PHENIX, Alabama, EE.UU. (AP) — A veces, cuando amamanta a su beba, Amanda Harrison se siente abrumada por la emoción y tiene que enjugarse las lágrimas de felicidad. Tiene suerte de estar viva y con su beba en brazos.
En la 29na semana de su embarazo en agosto, Harrison, que no estaba vacunada, contrajo COVID-19. Al principio los síntomas fueron leves, pero bruscamente sintió que le faltaba el aire. En Phenix City, donde vive, la intubaron y llevaron en ambulancia aérea a un hospital en Birmingham, donde los médicos provocaron el nacimiento de Lake y pusieron a Harrison en soporte vital.
Kyndal Nipper, de Columbus, Georgia, tuvo COVID-19 poco tiempo, pero con un desenlace trágico: semanas después de dar a luz perdió a su bebé, un varón al que ella y su esposo habían llamado Jack.
Ahora, Harrison y Nipper dan a conocer sus experiencias para tratar de convencer a las mujeres embarazadas que se vacunen para protegerse a sí mismas y sus bebés. En agosto murieron por coronavirus 22 mujeres embarazadas, un récord para el mes.
Nipper dijo que ella y su esposo “nos comprometimos a hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para para educar y difundir el caso de nuestro hijo porque ninguna familia debería pasar por esto”.
Harrison dijo que llevará “la discusión hasta el final” para que las embarazadas se vacunen “porque podría salvarles la vida”.
Desde el inicio de la pandemia, las autoridades de salud han reportado más de 125.000 casos y al menos 161 muertes de embarazadas en Estados Unidos debido al COVID-19, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Y desde hace algunos meses, hospitales y médicos en los lugares más afectados han reportado un fuerte aumento de casos graves de mujeres embarazadas.
Apenas el 31% de las mujeres embarazadas han recibido la vacuna, y los CDC publicaron un aviso urgente el 29 de septiembre para que se inoculen. El organismo advirtió que el COVID-19 durante el embarazo puede provocar nacimientos prematuros y otros desenlaces adversos y que se ha informado de casos en que los bebés nacieron muertos.