El programa de Desarrollo de la Juventud (PDJ) del Departamento de Desarrollo Económico (DDEC), se unió en alianza al Laboratorio Engine-4 & T-Mobile 5G N-BIOT, para regenerar los corales del mar con el propósito de reforzar el ecosistema marino que protege las costas de Puerto Rico.
A través del Programa de Restauración de Arrecifes de Corales y con un incentivo económico de $50,000, otorgado por el DDEC, se adquirieron tres impresoras EPSILON W-50 SC W50 Large Format IDEX 3D, equipo especializado para fabricar corales artificiales. Los mismos se implantan entre 19 y 32 pies de profundidad en las costas de Culebra, donde se desarrollan tres zonas de protección. Durante la primera fase del Programa, se pretende la instalación de sobre 36,000 corales artificiales en los próximos tres años con la ayuda de los biólogos de la Sociedad de Ambiente Marino.
“Esta administración del gobernador Pierluisi mediante el Departamento de Desarrollo Económico, tiene un compromiso con el medio ambiente por lo que incentiva esta iniciativa. Proteger y cuidar el hábitat marino es impresindible para combatir la erosión costera afectada en gran parte por el cambio climático. Engine 4 con su programa de fabricación de corales artificiales para su posterior siembra, es un extraordinario proyecto de mitigación que ayudará a devolver el estado natural de las áreas afectadas”, expresó Manuel Cidre, secretario del DDEC.
El mes de noviembre pasado, el gobernador Pedro R. Pierluisi, junto al alcalde del municipio de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz, visitó las instalaciones de Engine-4 para conocer de primera mano todo el proceso que realizan allí para la fabricación de corales.
Por su parte, Luis A. Torres, cofundador de Engine-4 Corp., explicó cómo el incentivo ha ayudado a adelantar la meta ambiental.
“Producimos especies de coral como el acropora cervicornis, acropora palmata y brain coral. El Laboratorio Engine-4 tiene la capacidad de crear sobre 1,000 piezas mensuales gracias a la subvención del DDEC y las tres unidades que se unieron al equipo 3D que tenemos en el Laboratorio. Se aumentó más del doble de la producción que teníamos para el desarrollo corales de material biodegradable, 100% de planta de maíz’, explicó.
Según detalló Torres, el proceso consiste en recolectar los pedazos de corales dañados por las embarcaciones o corrientes del mar, para llevarlos a una finca marina para que crezcan y luego adherirlos a los artificiales. Luego de un periodo de entre ocho a 10 meses, la parte del coral de maíz se desintrega quedando solo el coral natural.
En agosto de 2021 el gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, declaró una emergencia ecológica ante la rápida propagación de la enfermedad de pérdida de tejido de corales duros, lo que representa una amenaza directa para el ambiente y la economía de la Isla.
Incluso, Pierluisi, en la Orden Ejecutiva (OE) 2021-66 autorizó al Comité de Supervisión de Desembolsos, creado el año pasado, a que asigne $1 millón al DRNA de la partida de $10 millones de fondos federales provenientes del Plan de Rescate Americano (ARPA, por sus siglas en inglés) que se separaron para iniciativas de conservación y recursos naturales.
La muerte masiva de corales implica la extinción de múltiples especies importantes, constituyendo una pérdida significativa de diversidad marina. Los arrecifes pueden amortiguar entre el 50 y 90% de la energía del oleaje, por lo que si desaparecen se pierde la capacidad de atenuar las olas y ante el fenómeno de cambio climático que impacta a Puerto Rico, esto significa un alto nivel de riesgo de erosión litoral.