MOSCÚ (AP) — Rusia elevó el jueves las apuestas en su enfrentamiento con Occidente por el tema de Ucrania, luego de que un destacado diplomático del Kremlin advirtió que no puede descartarse un despliegue militar ruso en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos.
El viceministro de Exteriores, Sergei Ryabkov, que lideró la delegación rusa en las negociaciones del lunes en Ginebra, dijo el jueves en declaraciones televisadas que no podía confirmar ni excluir la posibilidad de que Rusia establezca una infraestructura militar en Cuba y Venezuela. Las conversaciones en Ginebra y la reunión del miércoles entre Rusia y la OTAN en Viena no lograron reducir las discrepancias sobre las exigencias rusas de seguridad, mientras Rusia mantiene tropas movilizadas cerca de Ucrania.
En una entrevista con la televisora rusa RTVI, Ryabkov informó que “todo depende de las acciones de nuestros homólogos estadounidenses”, y agregó que el presidente Vladimir Putin ha advertido que Rusia podría tomar medidas técnico-militares si Estados Unidos actúa para provocar a Rusia y subir la presión militar.
Ryabkov dijo que Estados Unidos y la OTAN han rechazado la principal reclamación de Moscú: una garantía de que la alianza no incorporará a Ucrania y a otras naciones exsoviéticas. Añadió que las grandes diferencias en las estrategias de los dos bandos ponen en duda la continuidad de las negociaciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, informó de “algunos elementos y matices positivos” durante las conversaciones, aunque destacó que estas “fracasaron” debido a los marcados desacuerdos sobre las demandas clave de Moscú.
“Las conversaciones se iniciaron para recibir respuestas específicas a temas principales concretos que se plantearon y quedaron desacuerdos sobre esos temas principales, lo cual es malo”, dijo en una teleconferencia con periodistas.
Peskov advirtió sobre una ruptura total de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia si se adoptan las sanciones propuestas contra el presidente Putin y otros importantes líderes civiles y militares. Las medidas, propuestas por los demócratas del Senado estadounidense, también apuntarían a las principales instituciones financieras rusas si Moscú envía tropas a Ucrania.
Peskov criticó las propuestas como un intento de aumentar la presión sobre Moscú durante las conversaciones y dijo que no funcionaría.
“Se trata de sanciones, que teniendo en cuenta la inevitable respuesta adecuada, equivalen efectivamente a una iniciativa para romper relaciones”, advirtió. Agregó que Rusia responderá en especie para proteger sus intereses.
Las conversaciones se producen en momentos en que se calcula que 100.000 soldados, tanques y equipo militar pesado rusos listos para el combate se concentran cerca de la frontera oriental de Ucrania. La acumulación ha causado profundas preocupaciones en Kiev y Occidente de que Moscú se esté preparando para una invasión. Rusia niega que esté sopesando una invasión y, a su vez, acusa a Occidente de amenazar su seguridad al colocar personal y equipos militares en Europa Central y Oriental.
En 2014, Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea y apoyó una insurgencia separatista en el este del país, donde más de siete años de combates han causado la muerte de más de 14.000 personas.
Un acuerdo de paz de 2015 negociado por Francia y Alemania ayudó a poner fin a las batallas a gran escala, pero continuaron las escaramuzas frecuentes y los esfuerzos para negociar un acuerdo político fracasaron.