La científica del gobierno estadounidense que ayudó a diseñar una de las primeras vacunas contra el COVID-19 y luego combatió el escepticismo de la gente a la Universidad de Harvard en junio.
Kizzmekia Corbett, de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés), quien investiga las vacunas de próxima generación contra los coronavirus, continuará su trabajo en la Facultad de Salud Pública T.H. Chan, según se anunciará en las próximas horas.
Corbett dijo a The Associated Press que podrá dedicarse más a la difusión y la equidad en el acceso a las vacunas.
“Creo que he dedicado todo el año pasado a combatir la desinformación” acerca de las vacunas contra el COVID-19, dijo. “Creemos que basta decir, ‘la ciencia lo confirma’ para que la gente diga, ‘ah, bueno, me pondré la vacuna’», pero en realidad hay que prestar más atención a sus dudas.
Corbett, de 35 años, ayudó a dirigir el desarrollo por el NIH de la vacuna contra el COVID-19 fabricada por Moderna. La inmunóloga viral dirigió durante seis años un equipo de investigaciones del NIH que estudió posibles vacunas contra otros coronavirus como el MERS, lo que les dio una ventaja inicial cuando apareció el nuevo coronavirus.
Al comenzar las campañas de vacunación, Corbett habló virtualmente a iglesias y foros convocados por universidades, médicos e incluso el gran basquetbolista Kareem Abdul-Jabbar para combatir la renuencia a recibir las inyecciones.
En su nuevo puesto, Corbett dirigirá un laboratorio que ensaya nuevas vacunas contra otros miembros de la familia coronavirus y otros nuevos virus que podrían afectar la salud humana.
“Seguirán apareciendo estos virus y necesitamos estrategias para enfrentarlos”, dijo Sarah Fortune, jefa de la cátedra de inmunología y enfermedades infecciosas en la facultad Chan. “Desgraciadamente, en materia de coronavirus y la necesidad de comprender cómo vacunar contra los coronavirus, todavía no hemos resuelto los problemas”.