EEUU: Médicos agotados y los hospitales abrumados por el COVID-19

1575

Los hospitales están convirtiendo las capillas, cafeterías, salas de espera, pasillos e incluso estacionamientos en áreas de tratamiento de pacientes. El personal médico llama desesperadamente a otros hospitales en busca de camas disponibles. Y la fatiga y frustración se están apoderando de los trabajadores de primera línea.

Las condiciones dentro de los hospitales de Estados Unidos se están deteriorando cada día que pasa mientras el coronavirus se extiende por todo el país a un ritmo implacable.

“Estamos deprimidos, desanimados y extremadamente cansados”, dijo Alison Johnson, directora de cuidados intensivos del Centro Médico de Johnson City, en Tennessee, y añadió que algunos días llora mientras conduce hacia y desde el trabajo.

El número de personas hospitalizadas con COVID-19 en Estados Unidos se ha duplicado en el último mes y ha impuesto récords casi cada día de esta semana. Hasta el martes, más de 76.000 personas estaban hospitalizadas por el virus.

Las condiciones dentro de los hospitales de Estados Unidos se están deteriorando cada día que pasa mientras el coronavirus se extiende por todo el país a un ritmo implacable.

Los casos nuevos por día han aumentado más del 80% en las últimas dos semanas a los niveles más altos de los que se tenga registro, con un promedio de cerca de 160.000 infecciones diarias. Los casos van al alza en los 50 estados. Las muertes promedian más de 1.155 al día, la cifra más alta en meses.

El repunte está provocando que los gobernadores y alcaldes de todo el país emitan órdenes de uso de mascarillas, limiten el tamaño de las reuniones privadas y públicas de cara al Día de Acción de Gracias, prohíban comer dentro de los restaurantes, cierren gimnasios o restrinjan el horario y capacidad de varios negocios.

El sistema escolar de la ciudad de Nueva York, el más grande de la nación y que cuenta con más de 1 millón de estudiantes, suspendió las clases presenciales el miércoles debido al aumento en las tasas de infección, lo que representó un doloroso retroceso en un lugar del país que había sufrido por la pandemia en la primavera, pero parecía haber puesto bajo control al virus hace meses.

Texas está enviando miles de trabajadores médicos adicionales a hospitales sobrecargados mientras el número de pacientes hospitalizados con COVID-19 a nivel estatal se acerca a los 8.000 por primera ocasión desde un mortal brote en el verano.

En el extremo norte del estado, cerca de la mitad de los pacientes ingresados en los dos principales hospitales de Lubbock tenían COVID-19, y una decena de personas contagiadas esperaban el martes por la noche en la sala de urgencias a que estuvieran disponibles las camas, dijo el doctor Ron Cook, director de salud del condado de Lubbock.

“Estamos en problemas”, señaló Cook.

Los casos nuevos por día han aumentado más del 80% en las últimas dos semanas a los niveles más altos de los que se tenga registro, con un promedio de cerca de 160.000 infecciones diarias.

En la ciudad fronteriza de El Paso, las morgues que se han visto abrumadas han empezado a pagar a los reclusos 2 dólares la hora para que ayuden a trasladar los cuerpos de las víctimas del virus. El flujo de pacientes está forzando a la ciudad a enviar sus casos no relacionados con COVID-19 a hospitales en otras partes del estado.

Fuente: Weber informó desde Austin, Texas, y Rankin desde Richmond, Virginia. Los periodistas de The Associated Press John Hanna en Topeka, Kansas; Brian Witte en Annapolis, Maryland, y Terry Wallace en Austin, Texas, contribuyeron a este artículo.