El nuevo bombardero nuclear furtivo de Estados Unidos se presenta en público después de años de desarrollo en secreto y como parte de la respuesta del Pentágono a la creciente preocupación por un futuro conflicto con China.
El B-21 Raider es el primer avión bombardero estadounidense nuevo en más de 30 años. Casi todos los aspectos del programa están clasificados. Antes de su presentación el viernes en una instalación de la Fuerza Aérea en Palmdale, California, sólo se habían publicado representaciones artísticas del avión de combate. Esas pocas imágenes revelaron que el Raider se parece al bombardero furtivo nuclear negro que eventualmente reemplazará, el B-2 Spirit.
El bombardero es parte de los esfuerzos del Pentágono para modernizar las tres ramas de su tríada nuclear, que incluye misiles balísticos nucleares lanzados desde silos y ojivas lanzadas desde submarinos, a medida que cambia de desafíos, de las campañas antiterroristas de las últimas décadas a la rápida modernización militar de China.
China está en camino de tener 1.500 armas nucleares para 2035, y sus logros en hipersónicos, guerra cibernética, capacidades espaciales y otras áreas presentan “el desafío sistémico más importante para la seguridad nacional de Estados Unidos y el sistema internacional libre y abierto”, informó esta semana el Pentágono en su reporte anual sobre China.
“Necesitábamos un nuevo bombardero para el siglo XXI que nos permitiera enfrentar amenazas mucho más complicadas, como las amenazas que tememos enfrentar algún día de China o Rusia”, declaró Deborah Lee James, secretaria de la Fuerza Aérea cuando el contrato del Raider se anunció en 2015. “El B-21 tiene más capacidad de supervivencia y puede enfrentarse a estas amenazas mucho más difíciles”.
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— U.S. Air Force (@usairforce) December 2, 2022
Aunque el Raider puede parecerse por fuera al B-2, por dentro las similitudes desaparecen, aseguró Kathy Warden, directora ejecutiva de Northrop Grumman Corp., que construye el Raider.
“La forma en que opera internamente es extremadamente avanzada en comparación con el B-2, porque la tecnología ha evolucionado tanto en términos de la capacidad informática que ahora podemos incorporar en el software del B-21”, añadió Warden.