Tres médicos puertorriqueños alertaron que el virus de la Hepatitis C pone en riesgo la salud de las personas que padecen de esta enfermedad, tanto si desconocen que están contagiados, como si están diagnosticados pero no están bajo tratamiento alguno, por lo que enfatizaron en la importancia del diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
“El CDC ha estimado que aproximadamente 3.2 millones de personas viven con Hepatitis C en los Estados Unidos, de los cuales 2.4 millones no están diagnosticados. Entendemos que en Puerto Rico existe una proporción similar de personas infectadas que hoy desconocen que padecen de la condición”, expresó en una comunicación escrita, el doctor Fernando Aponte, generalista y director Médico de AbbVie.
Los tres médicos coincidieron en la importancia de que las personas nacidas entre 1945 y 1965 se hagan la prueba de la Hepatitis C, así como personas de otras generaciones que puedan haber estado expuestas a factores de riesgo.
Indicaron que la Asociación Americana para el estudio de Enfermedades del Hígado (AASLD) y el Centro para el Control de Enfermedades recomiendan pruebas de cernimiento a la población en riesgo de infección con el virus de Hepatitis C. Ésta incluye a los “baby boomers”, así como a personas que asumen conductas riesgosas como usar agujas, los que se han expuesto potencialmente y personas con ciertas condiciones médicas como diálisis a largo plazo. Las Guías Clínicas prácticas de la AASLD recomiendan referir a los pacientes a médicos que puedan proveer un manejo comprensivo, incluyendo la evaluación de la severidad de la enfermedad del hígado.
Por su parte, el doctor Federico Rodríguez Pérez, hepatólogo, dijo que la mayor parte de los pacientes que llegan a su oficina son referidos. “La Hepatitis C es una enfermedad asintomática y muchas veces los resultados de las enzimas del hígado pueden estar normales. La mayoría de los pacientes que nos llegan son diagnosticados por médicos primarios y referidos para tratamiento con el sub especialista”, detalló el miembro de la Junta de Directores de la Asociación Puertorriqueña de Gastroenterología.
Agregó que la evolución de las clases terapéuticas desde 1992 hasta el presente ha sido dramática, porque años antes los tratamientos utilizaban Interferón y se registraban efectos secundarios serios. Entre estos mencionó depresión, baja en plaquetas, complicaciones y una duración de tratamientos de hasta 48 semanas.
“La evolución de las clases terapéuticas para tratar y curar la Hepatitis ha sido dramática. Las terapias nuevas son ahora de corta duración, a lo sumo de 8 a 12 semanas con cura de alrededor de 99 por ciento, lo que redunda en beneficio de los pacientes”, dijo.
Asimismo, el doctor Rafael Pastrana, gastroenterólogo con especialidad en trasplantes y Director del Centro de Trasplantes de Hígado del Hospital Auxilio Mutuo dijo que “el paciente que llega para trasplante por lo general presenta algún tipo de complicación de su enfermedad del hígado, por lo que vemos una condición más avanzada con descompensación. Si ese paciente puede llegar con una carga viral negativa, se evita la recurrencia”.
Según Pastrana, a la luz de los datos más recientes publicados en los Estados Unidos, en los últimos años se han realizado alrededor de 6,000 trasplantes, mientras que hay aproximadamente 22 mil pacientes en espera. El especialista en trasplantes alertó que puede haber una cantidad mayor de posibles donantes de hígado que estén infectados con el virus de la Hepatitis C, lo que aumentaría las posibilidades de trasplantes.
Opinó que “aunque no se hayan tratado para la Hepatitis C, no se deben excluir del listado de pacientes donantes”.