Fallece la actriz, directora y productora Sandra Rivera

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La familia de la actriz, directora y productora Sandra Rivera informa su fallecimiento, ocurrido ayer, martes, a las 12:30 pm, por causas naturales en el Hospital Auxilio Mutuo de Hato Rey. Tenía 86 años de edad.

Más adelante se ofrecerán detalles del día y hora de los actos fúnebres, que celebrarán la vida de la actriz en una misa en la Parroquia Stella Maris en Condado, establece el comunicado.

Algunos de sus proyectos más recientes y memorables a destacar son: “Los Monólogos de la Vagina” de Eve Ensler; “Actrices” de Josep María Benet i Jornet, en la que compartió estelares con Idalia Pérez Garay, Gladys Rodríguez y su hija Sandra Teres; “Boleros para los desencantados” del puertorriqueño José Rivera, y “Amores Penas y “Qué me Pongo” de Nora y Delia Ephron, pieza con la que se despidió de los escenarios en el año 2013 interpretando el personaje de “Gingi”.

El comunicado de prensa incluye una biografía de la actriz, tomada de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, en la que se resaltan la disciplina, valentía y dedicación de Torres a lo largo de su trayectoria en las artes escénicas.

Biografía:

Nacida en Fajardo, el 26 de marzo de 1935, la también directora y productora mostró su talento a temprana edad, sin embargo, tuvo que convencer a sus padres de que su destino profesional estaba en el arte y no en otra carrera, como ellos preferían.

Desde la escuela elemental gustó de asistir a las comedias musicales que presentaban en el cine de su pueblo natal, alimentando cada vez su fascinación por el ambiente artístico. En la década de 1950 partió hacia la ciudad de Nueva York donde estudió arte dramático y ballet en la Ornato School of Drama. A su regreso a Puerto Rico ingresó al Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico.

Como estudiante del primer centro docente del País, Rivera participó en la representación de numerosas obras, tanto del teatro contemporáneo como clásicos de Shakespeare y obras de Molière. “El gran teatro del mundo” de Calderón de la Barca; “La Margarita”, de A. Salacrou; “Los ciegos”, de Maurice Maeterlinck, y “La dama boba” de Lope de Vega, fueron algunas de ellas.

Su entrada a la televisión sucedió siendo aún estudiante universitaria. Debutó con en el clásico de Federico García Lorca, “La casa de Bernarda Alba”, compartiendo roles con las actrices Mona Marti, Iris Martínez, Gladys Aguayo, Marta Romero y Luz Odilia Font, entre otras.

Como directora, trabajó en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico con la pieza “La esfinge furiosa” de Juan Germán Schroeder con Braulio Castillo, Luis Rafael Sánchez y Samuel Molina. Esta puesta en escena le mereció que el Pasadena Playhouse le otorgara una beca para estudiar un posgrado en la ciudad de Los Ángeles. En ese recinto, recibió el grado de maestría en artes teatrales, concentró sus estudios en teatro, cine y televisión.

De regreso a Puerto Rico continuó su quehacer artístico con actuaciones esporádicas en telenovelas y teatro. Actuó en comedias para producciones de Tommy Muñiz como “La criada malcriada”, así como protagonizó melodramas de Telemundo como fueron “Aquella extraña mujer”, “La atea”, “La otra orilla”, “Concierto de amor”, “La sombra” y la serie “Contraespionaje”.

En 1965 fundó la compañía teatral La Comedia Puertorriqueña, empresa para la que protagonizó y produjo un número importante de piezas del teatro mundial. La compañía debutó con la representación de “Ejercicio para cinco dedos” en el Teatro Salvador Brau de la Autoridad de Comunicaciones.

Cuando el Instituto de Cultura Puertorriqueña realizó su Primer Festival de Teatro Internacional en 1966, creado por Ricardo Alegría y Francisco Arriví, la actriz fue reclutada como productora. Como parte del programa, Rivera representó “Las zorras y las uvas” y “La gata sobre el tejado de zinc caliente”, hecho que marcó un episodio importante en la vida de La Comedia Puertorriqueña.

De 1966 a 1967 asumió el papel de “Medea” en una gira para el Programa de Teatro Escolar del Departamento de Instrucción Pública. En 1969 caracterizó el personaje de “Rosalía” en la comedia “Papá, papá, pobre papá, en el closet te enganchó mamá y qué pena me da”, de Arthur Kopit, y luego regresó a Estados Unidos apoyada por una beca del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Así estudió bajo la dirección de Gene Frankel, reconocido director del teatro estadounidense.

Durante su estadía en Nueva York dirigió proyectos para la Comedia Puertorriqueña y el Proyecto Puertorriqueño para el Desarrollo de la Comunidad.

En esta etapa la actriz y productora realizó además comerciales de televisión y radio para México y Nueva York con la Agencia de William Esty, así como tomó clases de canto y baile con Joe Loco y Tito Puente.

De vuelta nuevamente en la Isla, fue productora, libretista y animadora de de los espacios “Sandra y su matinée”, “Mujeres en las noticias”, ambos para el Canal 11, y del programa semanal “Vitrina del hogar”, éste último para el Canal 7.

A finales de la década de 1970 se trasladó nuevamente a Nueva York donde trabajó para la Public Broadcasting System como productora de “Infinity Factory”. De igual forma laboró como productora también para el canal 41 de Nueva York.

En Brasil, entre los años 1979 y 1982, reaizó un documental sobre la vida del compositor puertorriqueño Pedro Flores, película que recibió un Premio ACE, así como fue distinguida por el Instituto de Cultura Puertorriqueña y por el periódico Impacto de Nueva Jersey.

Otras novelas en las que actuó fueron “María Eugenia” (1981-1982) que produjo el canal 2 de Telemundo y fue protagonizada por Marilyn Pupo y el actor argentino Juan José Camero; “De qué color es el amor” (1984-1985) y “Preciosa” (1986), melodramas difundidos a través de Telemundo.

Simultáneamente en teatro actuó en “Los árboles mueren de pie”, “El cochecito”, “Locura de amor”, “La cuarterona”, “Haciéndome reír”, “Las amantes pasan el año a solas” y “La sirena varada”, piezas que forman parte de la segunda temporada de la Comedia Puertorriqueña que corresponde al periodo de 1984-1993.

En la primera representación de los “Los árboles mueren de pie”, Sandra Rivera personificó el papel protagónico. Posteriormente la obra volvió a subir a escena y al no poder conseguir que Mona Marti caracterizara a la abuela por su frágil estado de salud, Rivera asumió el rol. Por su caracterización en la pieza que dirigió Axel Anderson, ganó el Premio Alejandro Tapia a la Mejor Actriz.

Con la llegada del nuevo siglo, Rivera se mantuvo activa en la escena nacional lo mismo en la actuación que en la producción. De esta forma su nombre estuvo ligado a producciones histriónicas como “La tectónica de las nubes”, “La prueba”, “Hay que deshacer la casa” y la sumamente exitosa “Los monólogos de la vagina”. A estos aciertos se suman su interpretación en 2006 del personaje “Inés” en el clásico “Los soles truncos” de René Marqués, así como, a petición del Instituto de Cultura, al año siguiente escribió y dirigió el homenaje póstumo a Francisco Arriví, “Tú mi pasión”.

En 2010 el Instituto de Cultura le dedicó la edición 51 de su Festival de Teatro Internacional. En esta ocasión actuó en el montaje de “Boleros para los desencantados” del dramaturgo puertorriqueño José Rivera, mientras produjo la película para la televisión “La fuga”, bajo la compañía Pasadena Films que componen sus hijos: Edmundo, Gilberto y Sandra Teres.

Sandra se despidió de los escenarios en el año 2013 interpretando el personaje de Gingi en la obra “Amores, penas y qué me pongo” de Nora y Delia Ephron.

Fuente y artículo original: Primera Hora