Sandra Zaiter falleció esta tarde. Tenía 79 años.
La animadora de programas infantiles, cantante, compositora, escritora, músico y pedagoga se encontraba recluida en un hospital del área metropolitana, confirmó a El Nuevo Día una fuente cercana a la artista.
Zaiter ha sido una de las figuras más queridas de la televisión puertorriqueña y destacó por su labor social y educativa durante toda una vida.
Biografía (autor: Javier Santiago para la Fundación Nacional para la Cultura Popular)
Su padre, Emilio Zaiter, era árabe del Líbano. Su madre, Italia Trifilio, nació en la Península Itálica. Pero Sandra Zaiter vió su primera luz en la República Dominicana en la época en que gobernaba con mano férrea el dictador Leonidas Trujillo. Poco vivió la infante bajo dicho régimen, porque al año y medio de su nacimiento sus padres se trasladaron a Nueva York, con miras a establecer su hogar. Pero seis meses más tarde, don Emilio decidió que la Gran Urbe no era el ambiente que deseaba para su familia, radicándose finalmente en Puerto Rico cuando su hija apenas contaba con dos años.
En suelo boricua, la niña Sandra inicio su enseñanza elemental en la escuela República de El Salvador, localizada en el sector capitalino de Caparra Heights en Puerto Nuevo. Posteriormente pasó a estudiar a la Academia Santa Mónica de Santurce.
En esa etapa temprana de su vida fue niña escucha, lo que le sirvió para sentar una base de disciplina y aprender sobre la importancia de contribuir a la comunidad. Esta inquietud por sus semejantes se complementaba con lo que innegablemente fue su temprano desarrollo en la fe cristiana. De ahí que a los 11 años ya acariciaba el deseo de ser monja, mientras un año más tarde comenzó a preparase para el noviciado en la orden de las Hijas de la Caridad para cuando cumpliera los 18.
Sin embargo en la vida de Sandra Zaiter había otro destino pautado para ella.
Sus primeros pasos en el magisterio los dio a los 19 años mientras cursaba segundo año de Universidad. En esa época una profesora de la Academia Santa Mónica no pudo continuar impartiendo un curso de historia y el Departamento de Instrucción autorizó a la institución que una estudiante universitaria la suplantara siendo ella la escogida.
Con su innegable sentido de la responsabilidad, Sandra viajaba en transportación pública desde la Universidad de Río Piedras hasta Santurce para poder cumplir con sus deberes como maestra. Por su labor educativa devengaba entonces unos 33 dólares. Poco tardaría entonces en completar sus metas universitarias, graduándose de bachillerato en estudios generales y una maestría en historia y lenguas de la Universidad de Puerto Rico.
Ya para 1965 Sandra Zaiter comienza a desempeñarse como profesora del Colegio Sagrado Corazón. Para esa fecha la joven cantaba y tocaba la guitarra con el grupo juvenil La Ronda de Alegría. Mas lo que nunca pudo anticipar fue que su entrega a la enseñanza la llevaría un día a ubicarse en un medio de comunicación masiva.
Su entrada a los estudios de televisión se dio en 1969 a raíz de la salida de Ritica Aragón del espacio Telecómicas. Ritica, quien provenía de la reconocida familia de payasos españoles, Gaby, Fofó y Miliki, salía en aquel momento del País, y en búsqueda de una sustituta temporera, el productor de programas infantiles, Carlos Rivera, pensó en Sandra.
Aquel debut en la televisión, que originalmente estaba pautado para unas semanas, se extendió a una permanencia de dos años en la pantalla chica. En ese etapa inicial, mientras Sandra hacía sus primeros pininos en la televisión, Luis Antonio Cosme interpretaba el personaje del Tío Tico para los chicos, Awilda Carbia como “Estrella Galaxia”, Nobel Vega caracterizaba al payaso Bozzo en el Canal 4 mientras Joaquín Monserrate, con su personaje “Pacheco”, se mantenía como la figura de mayor arraigo entre la grey infantil.
De las “Telecómicas” Sandra pasó al programa “Romper Room” que en 1971 comenzaba su segunda etapa trasnmitiéndose por el canal 7 de Rikavisión. Para cumplir con las exigencias de la producción que tuvo en Bertita Novoa su primera anfitriona, Zaiter tuvo que someterse a un adiestramiento en los Estados Unidos el cual completó sin mayores problemas. Así mientras en la pantalla chica se convertía en “Miss Sandra”, en las aulas universitarias del Sagrado Corazón la joven profesora continuaba ejerciendo el magisterio que tanto le apasionaba. Esto sin obviar que, para este tiempo, ya su inquietud musical había dado frutos con su debut en el mundo de las grabaciones discográfica presentando su álbum grabado en España, “Mis primeras canciones”.}
Su paso por “Romper Room” concluyó el 4 de enero de 1974. Pero 24 días más tarde Zaiter debutaba como productora de su propio espacio infantil, “Sandra en Rikalandia”. Para éste haría una adaptación de su composición “Habrá un lugar” para utilizarla como tema musical. En aquella era de Plaza Sésamo, Pacheco y Tío Nobel, Sandra, junto a los titiriteros Francisco Torres y Carlos Filipo Tirado, convirtió su espacio televisivo del Canal 7 de Rikavisión en uno de los favoritos de la niñez boricua.
Todo era miel sobre hojuelas para una joven que a sus 30 años parecía caminar hacia la cima del mundo profesional. Pero su vida dio un giro de 180 grados la tarde del 13 de septiembre de 1975 cuando en medio de un pasadía en la isla de Icacos, Sandra Zaiter sufrió un accidente. Aquella tarde estaba lista para dejar la isla, cuando en medio de la despedida quiso darse una última zambullida en el mar. La joven, que era una experta nadadora, se lanzó al agua sin advertir que la marea había cedido. Al caer golpeó su barbilla con el fondo. El impacto le fracturó entonces la cervical quinta y le causó daño en la séptima, quedando así cuadrapléjica.
Sandra, que al momento del accidente experimentó la salida del espíritu de su cuerpo, fue llevada al hospital donde muy pocos le auguraban un panorama positivo. Determinada a lograr el máximo en su rehabilitación, fue trasladada al Rusk Intitute de Nueva York donde, para sorpresa de sus propios médicos, completó su tratamiento de rehabilitación en seis meses. Ciertamente, en abril de 1976 ya estaba de vuelta en suelo boricua. Pero aunque no pudo volver a caminar, sí hizo grandes adelantos para lograr su independencia como ser humano. De ahí que al regresar a Puerto Rico traía su licencia para guiar mientras recuperaba su plaza de maestra en el Colegio Universitario del Sagrado Corazón.
Mas aún, Sandra retomó el timón de su producción televisiva la cual en su ausencia jamás se dejó de transmitir. Esto debido a la labor solidaria de compañeros artistas como Luis de Tejada (“Pinito”), Lissette, Tony Croatto, Glorivee, Raquel Montero y Olguita Avarez quienes le sustituyeron en el programa sin esperar remuneración alguna.
Con una visión totalmente distinta de la vida, Sandra Zaiter retomó su agenda de trabajo. Y su esfuerzo le ganó un mundo ante los ojos de su público puertorriqueño.
Desde su silla de ruedas aprendió a abordar el arte de mil maneras distintas. Y del mismo modo descubrir que no hay límites para aquel que, sin importar las circunstancias, está decidido a honrar la vida.
Así, comenzó a pintar, diseñando sus propias postales para la Navidad de 1977. Compuso canciones para públicos de todas las edades. Viajó como embajadora en dos ocasiones a Chile para participar en el Telemaratón de niños lisiados. Para esa fecha su programa infantil ya se transmitía en República Dominicana donde la reconocían en su paso por las calles. Fue distinguida como “Ciudadana Libre Empresa”, mientras la Sociedad de Niños y Adultos Lisiados estableció el Premio Sandra Zaiter para niños en superación.
De hecho, previo a todos estos aciertos, mientras se recuperaba en el Rusk Institute de Nueva York, Sandra recibía el premio Broadcast Award otorgado por la Fundación Nacional de Epilepsia por un programa de orientación sobre esta enfermedad que había realizado en Puerto Rico.
Con la llegada de la década de 1980, la emprendedora educadora comenzó a desempeñarse como relacionista pública del Canal 7 de TeleLuz que entonces comandaba don Tommy Muñiz. Para esa fecha, en el entonces llamado “Canal Puertorriqueño” Zaiter comenzó una nueva etapa con su programa titulándolo entonces “Con Sandra”.
Simultáneamente, en 1981 inició en el Canal 6 de WIPR TV el programa “Hablemos” en el cual dialogaba con adolescentes sobre diversos temas concernientes a la juventud.
El 13 de septiembre de 1983 marcó el regreso de Sandra Ziyter a las ondas televisivas del Canal 2 de Telemundo. Allí comienza a laborar en lo que posteriormente se convirtió en el bloque infantil “Teatrimundo”, en el cual, junto a Dagmar, Lou Briel, Leticia Rossy y Francisco Torres, encabezaba su propio espacio.
En 1986 la artista vive uno de sus momentos más emocionantes cuando su canción “Quién”, interpretada por Edward, fue escogida como estandarte nacional de Borinquen en el XV Festival de la OTI que se celebró en Acapulco, México. A este logro como compositora también se sumaba el hecho de que previamente su canción “Mi mundo” había sido grabada por la baladista Sophy en 1976, mientras tres años antes Lissette le había grabado “Hay que cantar reir que cantar”.
Convertida en símbolo para todo un País, Sandra colaboró en el programa “En vivo a las 5” de Telemundo, así como editó varias producciones discográficas como “De pie sigue la esperanza” (1986), “Cuentos y fábulas” (1987), “Días feriados” (1986), “Cantando historia de Puerto Rico en el Quinto Centenario” (1992) y “Chim Bum Bam” (1999). Estas se sumaron a lo que fue su discografía previa que incluía entre sus títulos “Ronda de la Alegría – canciones nuevas para un nuevo ambiente”, “Mis primeras canciones”, “Las tablas de multiplicar cantadas”, “Cantando la ortografía” y “Festilindo”.
En 1991 Empresas Meyer de Jesus produce el unitario “Gaviota de la Esperanza” que. Con libreto de Viviana Falcón se inspiró en su vida. Para esa fecha, Sandra mantenía en el Canal 6 el programa “Contra viento y marea” mientras en Telemundo desarrollaba una campaña de concienciación para exhortar a los niños a no creer en las fantasías que podían ver en el cine.
Activa en los medios de comunicación, Sandra Zaiter de la década de 1990 a 2000 Sandra fue objeto de innumerables reconocimientos, tanto por su labor en el arte como en el campo social. Como ejemplo recibió un doctorado de la Universidad Interamericana en 1993, fue merecedora del premio Tradición de Excelencia en Desarrollo infantil en 1997 cuatro años más tarde se le otorgó la Medalla Servicio Público de la Fundación Felisa Rincón de Gautier.
Mas con la llegada del nuevo siglo, los cambios que atravesaba la televisión boricua desembocaron en el anuncio del final de su programa infantil en Telemundo a partir del verano de 2001. Muchas fueron las críticas realizadas a la emisora por parte del público y la prensa especializada. Pero Sandra, con su acostumbrada visión de la vida, interpretó la decisión como un “paso de batón” a la nueva generación. En carta abierta al público televidente le pidió a los niños que siguieran los consejos de Remi, María Chuzema, Chícola, Burbujita, Emmanuel y Juglar. Y con la mayor de las elegancias puso un punto final a su etapa en el Canal 2. Meses mas tarde, la televisora le dedicaba su Festival Infantil navideño, uniendo a todos los personajes infantiles de la nueva generación, y bautizaba el estudio siete de la televisora con su nombre.
La salida de Telemundo fue para Sandra el cierre de una etapa profesional. Porque más allá de mantener un programa infantil semanal, la artista ha sido fiel a lo que considera sus dos razones de ser en la vida: la educación y el servicio a la comunidad. Como tal Sandra Zaiter ha seguido aportando su energía a diversos esfuerzos mediáticos y en el trabajo directo con la comunidad.
Con información de GFR Media.