El líder opositor venezolano Juan Guaidó afirmó el viernes que en los próximos días llegará ayuda humanitaria al país.
A través de un vídeo divulgado en Twitter, Guaidó indicó que la inminente llegada de ayuda a Venezuela es resultado de la “presión e insistencia” de su movimiento, aunque dijo que no era suficiente para aliviar la crisis que atraviesa la nación.
“En las próximas horas, en los próximos días, estaremos recibiendo importantes apoyos médicos para contener esta tragedia”, dijo el titular de la Asamblea Nacional que en enero se declaró presidente encargado en desafío al mandatario Nicolás Maduro. “Esto es resultado de nuestra presión e insistencia. La lucha por el bien de todos da frutos”, acotó.
Como lo hemos hecho desde el primer día que asumimos este compromiso, mañana #30Mar seguiremos recolectando #AyudaHumanitaria para nuestro país.
Invitamos a toda nuestra comunidad venezolana en Miami a acompañar a nuestra primera dama @FabiiRosales en esta jornada. https://t.co/6iAqG4nhkN
— Juan Guaidó (@jguaido) March 29, 2019
El líder opositor no dio detalles sobre la logística prevista para el envío ni mencionó si se había llegado a un acuerdo con el gobierno de Maduro para lograr su ingreso.
El 23 de febrero Guaidó intentó ingresar asistencia proporcionada por Estados Unidos y otros países a través de la frontera de Colombia y Brasil. Pero Maduro dijo que la ayuda era parte de un intento de golpe de Estado y las fuerzas de seguridad venezolanas impidieron el ingreso mediante fuertes enfrentamientos con los manifestantes.
Horas más tarde, el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Francesco Rocca, anunció que el organismo estima que “en un plazo de 15 días estaremos en capacidad de dar inicio” a la distribución de ayuda en Venezuela siempre y cuando se respeten sus reglas.
La Cruz Roja “nunca puede aceptar interferencia de otros actores y la distribución tiene que ser neutral”, con su asesoramiento, teniendo como “prioridad a los más necesitados”, dijo Rocca en una rueda de prensa ofrecida en Caracas tras un encuentro con jerarcas de la Iglesia católica y representantes de organizaciones civiles venezolanas.
“Si la ayuda que está en Cúcuta y Brasil cumple con nuestro protocolo de no politización, nosotros podemos distribuirla sin problema”, aseveró.
Rocca declinó responder a la prensa si hubo algún acuerdo con el gobierno de Maduro.
En Miami, adonde llegó como parte de una visita de una semana por Estados Unidos, la esposa de Guaidó aseguró que la ayuda humanitaria está llegando a través de mecanismos no convencionales, pero no reveló cuáles son.
“El hecho de que hayan quemado ayuda humanitaria (el 23 de febrero) no significa que vamos a detenernos”, expresó Fabiana Rosales tras recibir las llaves del condado de Miami-Dade de manos del alcalde Carlos Giménez. “Vamos con todo a salvar vidas”, expresó.
Rosales pidió a la comunidad venezolana de Florida, la más numerosa de la diáspora que vive en Estados Unidos, que colabore donando alimentos no perecederos, medicinas, artículos de primeros auxilios y pastillas potabilizadoras de agua.
El alcalde Giménez le prometió ayuda pero no dijo en qué consistirá. “Le vamos a dar todo el apoyo del condado para ayudar a los que están sufriendo en Venezuela”, manifestó el funcionario.
El sábado habrá un evento de recolección en un centro de acopio del sur de Florida, desde donde se han enviado cargamentos en aviones comerciales hacia Aruba para que sean distribuidos luego en Venezuela.
“Necesitamos hoy salvar vidas y ustedes son parte de esta lucha”, dijo Rosales.
Pese al frustrado intento de la oposición venezolana de ingresar camiones con la ayuda en febrero, varios gobiernos, encabezados por Estados Unidos, han continuado acumulando asistencia en galpones en zonas fronterizas de Colombia, Brasil y Curazao. Se estima que lo acumulado podría ayudar al menos a unas 650.000 personas, destacó Rocca.
En tanto, el sector público retomó el viernes sus labores después de tres días de suspensión por los apagones en Caracas, una excepción respecto de otras regiones donde las fallas eléctricas persisten y los servicios básicos como el agua han sido profundamente afectados.
Uno de los principales factores que incidió en la reactivación de las actividades en Caracas, pese que continúan suspendidas las clases, fue la reanudación del servicio del metro que transporta a aproximadamente tres millones de personas a diario.
“Estuve encerrada por cuatro días porque el metro no estaba trabajando. Siempre es muy difícil tomar un autobús porque son muy pocos y no tengo dinero para un taxi. El metro es mi único medio de transporte “, dijo Mary González, una empleada doméstica de 42 años.
“Hoy parece un día normal en el metro, aunque mucha gente como yo no se bañó”, bromeó la mujer que vive en Caricuao, unos 18 kilómetros al oeste del centro de Caracas, donde llevan nueve días sin agua.
La escasez de agua se produjo debido a las fallas eléctricas que mantienen paralizados los sistemas de acueductos que surten a la capital venezolana y la mayoría de los otros 23 estados del país. En los anaqueles de los comercios minoristas casi no se hallan botellas de agua potable.
Fuente: AP