LA HABANA (AP) — Los niños de La Habana volvieron el lunes a las clases presenciales mientras Cuba logra mantener bajo cierto control la pandemia del nuevo coronavirus, aunque subsiste la preocupación por posibles rebrotes.
Las aulas reabrieron en la capital, donde la situación epidemiológica fue muy complicada, para completar el ciclo escolar que debía terminar en julio y que quedó interrumpido en marzo. En tanto, en varias provincias del país ya se inició el nuevo año escolar porque las clases se retomaron en septiembre.
“Francamente no me siento muy tranquila pero confío en la escuela, en que priorizarán la salud de los niños”, aseguró a The Associated Press Airín Velarde de 40 años y madre del pequeño Eduard, de 8, que el lunes se presentó en su escuela Rafael María Mendive de La Habana Vieja. “La vida tiene que continuar”, agregó la mujer.
En general, la asistencia fue alta en la capital. La directora de la escuela Mendive dijo a AP que en ese centro se habían reincorporado el 99% de los niños de una matrícula de 480 alumnos.
Desde temprano niños de primaria en uniformes rojo vino, en mostaza los de secundaria y en diferentes tipos de azul los preuniversitarios poblaron las calles como no se vía desde que en marzo se detectaron los primeros casos de COVID-19 en la isla.
Todos los alumnos deben usar barbijo de manera obligatoria y en la entrada de las escuelas y aulas deben desinfectarse las manos y los zapatos con una solución de cloro.
“La preocupación siempre existe, pero pienso que en nuestro país no haya ese problema (un rebrote del virus) si continuamos con las medidas (sanitarias)”, explicó la profesora Maribel Díaz, de 60 años, al frente de un curso de preescolar.
Según cifras oficiales unos 350.000 niños de 1,7 millones de matriculados no comenzaron las clases en La Habana y en algunas provincias debido a un rebrote de los contagios en algunas zonas. El resto de las localidades, sobre todo en el oriente del país donde desde hace meses no se detectan casos, volvieron a las aulas el 1 de septiembre para completar el ciclo anterior y ya comenzaron el nuevo.
Hasta el domingo las autoridades habían informado un acumulado de 6.970 casos positivos y 128 fallecidos.
Pese a la circulación del virus la isla logró contener su propagación gracias a un intenso trabajo de visitas casa por casa y aislamiento obligatorio.
En las últimas semanas las autoridades decretaron una “nueva normalidad” con más apertura, mayor circulación vehicular, autorización para el arribo de turistas y reapertura de aeropuertos excepto en La Habana. Sin embargo, se mantienen las recomendaciones a la población para que se respeten las medidas sanitarias y el aislamiento social.