CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador calificó el lunes de “hecho histórico” los resultados de las elecciones generales que le dieron la victoria a su candidata Claudia Sheinbaum con una amplia ventaja y la convirtieron en la primera presidenta de México.
“Hablamos ayer, la felicité, estoy muy contento porque imagínense lo que significa entregar la presidencia a una mujer luego de 200 años” desde la independencia de México, dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina. “Además la candidata más votada en la historia de México”, agregó.
El mandatario llamó a Sheinbaum “una mujer con mucha experiencia en el arte de gobernar”, pero “sobre todo, una mujer honesta”.
También alabó su decisión de mantener al actual secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y afirmó que eso va “facilitar la transición” y “fortalecer aún más” la economía mexicana.
A pesar de que su victoria se deba por descontado, el triunfo de la oficialista generó el lunes nerviosismo en los mercados. Tanto el peso mexicano como la Bolsa de Valores reportaron caídas, mientras la tasa de los bonos gubernamentales se elevó.
La moneda mexicana sufrió una depreciación de 3,5% al alcanzar una tasa de 17,60 pesos por dólar y el índice bursátil descendió alrededor de 4,2%, un desplome que no se daba desde 2020 cuando se inició la pandemia de COVID-19.
La directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller, dijo a The Associated Press que el comportamiento de los mercados evidencia el “nerviosismo» de los inversionistas y el riesgo de posibles salidas de capitales.
Siller afirmó que los cambios en la Constitución que podría hacer el oficialismo ahora que tiene la mayoría en el Congreso generan preocupación ante un eventual deterioro del ambiente de negocios. La analista señaló que también hay incertidumbre sobre el manejo que dará el próximo gobierno al déficit fiscal, que es de alrededor del 5% del Producto Interno Bruto.
López Obrador adelantó que próximamente se reunirá con Sheinbaum para iniciar el proceso de traspaso y asegurar una “transición tranquila, sin sobresaltos”.
Contabilizado el 86% de los votos, el Instituto Nacional Electoral (INE) mexicano otorgaba el lunes a Sheinbaum, del partido oficialista Morena, 58,97% de los votos frente a 28,01% de la opositora Xóchitl Gálvez, de la coalición formada por un partido conservador (el PAN), uno izquierdista (el PRD) y el que gobernó México durante siete décadas del siglo XX (el PRI), y al 10,51% de Jorge Álvarez Máynez de la pequeña fuerza Movimiento Ciudadano.
Varios líderes, entre ellos los mandatarios de Estados Unidos, Brasil, Canadá, España, Chile, Colombia, Bolivia, Guatemala, Costa Rica y Honduras, felicitaron a Sheinbaum.
El presidente Joe Biden dijo en un comunicado que espera trabajar estrechamente con ella “en un espíritu de asociación y amistad que refleja los vínculos duraderos entre nuestros dos países”.
Por su parte, el gobernante brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo en un mensaje de su cuenta de X, antes Twitter, que estaba “muy feliz” con la victoria de Sheinbaum y anunció que espera viajar a México este año para fortalecer las relaciones.
En Estados Unidos, donde los mexicanos son más de 37 millones y representan al grupo de hispanos más numeroso del país, varias organizaciones de inmigrantes y latinos levantaron su voz para congratular a Sheinbaum.
“Esperamos trabajar con ella en temas que afectan a millones de mexicanos en los Estados Unidos y en asuntos que impactan los derechos civiles de nuestra gente en ambos países”, dijo Domingo García, presidente nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), una de las organizaciones de derechos civiles más grandes y antiguas de Estados Unidos.
Alianza Américas y su red de 58 organizaciones miembros que representan a miles de latinoamericanos en Estados Unidos también felicitó a la ganadora y celebró su elección como un símbolo de inclusión y equidad.
La presidenta de su junta, Guadalupe de la Cruz, advirtió, sin embargo, que “quedan grandes desafíos por delante” y entre las urgencias mencionó la falta de seguridad pública y “la rendición de cuentas por atrocidades pasadas, incluidas las desapariciones forzadas tanto de nacionales mexicanos como de migrantes”.
Sheinbaum, una científica de 61 años que fue alcaldesa de la capital mexicana, llegó a las elecciones como la carta presidencial del partido Morena con el que López Obrador alcanzó el poder hace seis años.
En la campaña prometió dar continuidad al programa de gobierno del mandatario y desarrollar la segunda fase de la llamada “Cuarta Transformación”, como definió López Obrador a sus propuestas enfocadas en programas sociales.
“Voy a poder decir, cuando le entregue la banda a Claudia, ‘misión cumplida’ y jubilarme”, dijo López Obrador y anticipó su retiro una vez que concluya su mandato el 1 de octubre para dedicarse a atender sus enfermedades. Afirmó que en los cuatro meses que le quedan en el poder se dedicará a las inauguraciones de obras que habían quedado pendientes por la campaña electoral, entre ellas 20 hospitales y varias carreteras.
López Obrador celebró la participación en los comicios, que según el INE alcanzó el 60,16% . En México el voto no es obligatorio.
“Me dio muchísimo gusto el comportamiento de la gente, se reafirma que el pueblo de México es un pueblo muy consciente, muy politizado”, afirmó el mandatario.
Morena también se anotó una victoria contundente al obtener la mayoría de los escaños en la Cámara de Diputados y el Senado y ganar la alcaldía de la Ciudad de México y las gobernaciones de los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas, Morelos, Puebla y Yucatán, lo que le permitirá mantener el control de 24 de los 32 estados del país. La oposición sólo logró preservar las gobernaciones de Jalisco y Guanajuato y redujo su presencia a siete estados.
Al ser preguntado en la conferencia si Morena aprovechará la mayoría que obtuvo en el Congreso para avanzar en la reforma del Poder Judicial, el INE y la Guardia Nacional, el gobernante dijo que será uno de los puntos que conversará con la presidenta electa, pero defendió nuevamente la iniciativa de que los ministros de la Corte y jueces sean electos por el voto popular.