¿Qué es el fascismo? ¿Y por qué Harris asegura que Trump es un fascista?

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Esta combinación de fotos tomadas el lunes 21 de octubre de 2024 muestra a la candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, durante un evento en Malvern, Pensilvania (izquierda), y al candidato presidencial republicano, el expresidente Donald Trump, en un acto de campaña en Swannanoa, Carolina del Norte (Foto de AP).

WASHINGTON (AP) — A la vicepresidenta Kamala Harris se le preguntó esta semana si creía que Donald Trump era un fascista, a lo que respondió: “Sí, lo creo”. Posteriormente, ella misma usó esa palabra para referirse al republicano, diciendo que los votantes no quieren “un presidente de Estados Unidos que admira a dictadores y es un fascista”.

Pero ¿qué es exactamente un fascista? ¿Y el significado de la palabra cambia cuando se le mira a través de un prisma histórico o político, especialmente en la recta final de una tensa contienda electoral?

A continuación, un análisis más detallado:

¿Qué es el fascismo?

Es una ideología y movimiento político autoritario y ultranacionalista. A menudo se le asocia con la extrema derecha y se caracteriza por un gobernante dictatorial que utiliza al ejército para reprimir a la oposición política y de la sociedad civil.

Los dos fascistas más famosos de la historia fueron el dirigente nazi Adolf Hitler, en Alemania, y el dictador italiano Benito Mussolini. Conocido como Il Duce, o “el duque”, Mussolini dirigía el Partido Nacional Fascista, el cual tenía como símbolo a un águila que sujeta un haz de lictores —una unión de varas con un hacha entre ellas.

A instancias de Mussolini, en octubre de 1922 miles de “camisas negras” o “squadristi” conformaron una milicia fascista armada que marchó hacia Roma con la promesa de tomar el poder. De manera similar, los nazis de Hitler también contaban con una milicia, conocida como los “camisas pardas”. Ambos terminaron imponiendo un régimen de partido único y fomentaron la violencia en las calles. Utilizaron soldados, pero también impulsaron los disturbios civiles entre sus seguidores y sus opositores políticos y con amplios sectores de la sociedad.

Hitler y Mussolini censuraron a la prensa y diseminaron una sofisticada propaganda. Exacerbaron los temores racistas y no sólo manipularon a sus simpatizantes activos sino también a los ciudadanos de a pie.

Hoy en día, el término fascismo ha adquirido una definición política más amplia y a menudo se utiliza como un término impreciso que describe todos los intentos por imponer la opresión y el racismo, así como para denunciar a dictadores o gobernantes que adoptan tácticas totalitarias.

No es sólo la izquierda la que ha utilizado el término para denunciar a un movimiento ideológico cargado hacia la derecha en Estados Unidos y varias otras partes del mundo. Algunos conservadores tacharon de “fascistas” los confinamientos impuestos durante la pandemia de coronavirus.

¿Cuáles podrían ser otros ejemplos históricos de fascismo?

Hitler y Mussolini son los nombres más representativos del movimiento, pero a partir de ahí el panorama es un poco más turbio.

¿El dictador militar Augusto Pinochet y sus 17 años de gobierno con puño de hierro en Chile encajan en la definición de fascismo? ¿Y qué tal gobernante indonesio Suharto o el español Francisco Franco? ¿Los regímenes de Ferenc Szálasi en Hungría y Plínio Salgado en Brasil fueron fascistas? ¿En qué categoría recae el líder neonazi estadounidense David Duke?

De hecho, los críticos describen en ocasiones a los grupos extremistas estadounidenses modernos —incluidos movimientos que han aclamado a Trump, como los Proud Boys— como fascistas o neofascistas. Esas etiquetas posiblemente respondan más a una ideología política que a claros paralelismos históricos.

¿Por qué Harris llama a Trump fascista?

La vicepresidenta ha criticado a Trump desde hace tiempo, asegurando que es mentalmente inestable y no es un verdadero creyente o defensor de los principios democráticos de la nación.

Señala que Trump insinuó que haría uso del ejército para atacar a sus adversarios políticos, incluidas personas a las que se ha referido como el “enemigo desde adentro”. El expresidente ha hablado desde hace tiempo de ir tras sus enemigos y declaró ante sus simpatizantes que él sería su “venganza”.

“Está hablando del pueblo estadounidense. Está hablando de periodistas, jueces, funcionarios electorales que no pertenecen a ningún partido”, dijo Harris el miércoles por la noche en evento organizado por CNN.

Trump ha amenazado con tomar medidas contra las cadenas de televisión y medios noticiosos por coberturas que considere desfavorables. Y, cuando el ahora presidente Joe Biden lo desafió durante un debate en 2020 a denunciar a los Proud Boys, Trump respondió: “Proud Boys, den un paso atrás y permanezcan a la espera”.

Una turba de simpatizantes de Trump irrumpió en el Capitolio federal el 6 de enero de 2021 en un intento por anular la derrota de Trump ante Biden después de que Trump pronunció un discurso en el que difundió falsedades sobre los comicios y exhortó a la multitud a “luchar como locos”. Entre las personas encarceladas en relación con el 6 de enero se encuentra el líder de los Proud Boys, quien fue acusado de orquestar un complot fallido para mantener a Trump en el poder.

Harris ha ido abonando a la idea de que Trump es un fascista. Durante una entrevista en Detroit el 15 de octubre, el presentador de radio Charlamagne Tha God dijo que Trump se estaba acercando cada vez más al fascismo y preguntó: “¿Por qué no podemos simplemente decirlo?”. “Sí, se puede decir eso”, respondió Harris.

Luego, el general retirado del Cuerpo de Infantería de Marina John Kelly, el jefe de despacho que ostentó el cargo durante más tiempo en el gobierno de Trump, advirtió que el expresidente encajaba con la definición de fascista. Aseguró que cuando Trump estuvo en el poder, insinuó que Hitler “hizo algunas cosas buenas”, y que el republicano valoraba la lealtad personal por encima de la Constitución.

El equipo de campaña de Trump ha acusado a Kelly de mentir y desestimó las críticas de Harris. La vocera de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, subrayó: “Kamala dirá cualquier cosa para distraer la atención de la invasión a través de sus fronteras abiertas y de una inflación”. Trump se ha referido al 6 de enero como un “día de amor”.

¿Qué opinan los expertos en fascismo sobre Trump?

Están divididos. Algunos no consideran que Trump responda a la definición histórica clásica de un fascista, sino que más bien se acerca cada vez más a una política con tendencias fascistas.

David Kertzer, profesor de la Universidad de Brown e historiador italiano, dijo que se “horrorizó un poco” cuando escuchó que Harris llamó fascista a Trump, dada la “resonancia histórica” del término. Dijo que existen algunas similitudes, incluyendo el “movimiento de masas y el culto al hombre fuerte”. Señaló que Trump a veces levanta la barbilla, aunque no es propenso a arrancarse la camisa y mostrar su pecho desnudo, como lo hacía Mussolini.

Kertzer dijo que el fascismo implicaba la creación de “un estado con un partido único, la prohibición de todos los periódicos de la oposición y el encarcelamiento de disidentes”, y aunque Trump ha hablado de encarcelar a sus opositores, no ha tomado medidas para implementar otros aspectos clave del movimiento fascista.

“Hay ciertos ecos, pero en términos de convertir al Partido Republicano en un estado unipartidista, eso parece muy descabellado en este momento”, dijo Kertzer, autor de “The Pope and Mussolini: The Secret History of Pius XI and the Rise of Fascism in Europe”.

David Clay Large, investigador en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de California, campus Berkeley, dijo que “las alarmas que suenan en estos momentos pueden ser un tanto exageradas”.

“Nuestras instituciones democráticas, aunque asediadas, siguen siendo mucho más fuertes que las de las naciones europeas que se volvieron fascistas en los años 20 y 30”, aseguró Large. No obstante, añadió, estas instituciones “enfrentarían un peligro real” durante un segundo mandato presidencial de Trump.

El ascenso de los partidos ultraderechistas en Europa y el control de Trump del Partido Republicano, dijo Large, han creado “una situación completamente nueva” y agregó que “el centro no puede sostenerse como antes”.

A esto hay que agregar el papel de las redes sociales, que en la era digital se asemejan al uso de propaganda, al amplificar las emociones y la división, dijo Large.

“Todo el mundo cree que es experto y hemos perdido el respeto por los hechos, la objetividad y la opinión de los verdaderos expertos”, sentenció Large.