Esta temporada de huracanes será un poco menos agitada de lo que se proyectaba inicialmente, pero de todas formas es muy probable que haya más actividad de la usual, dicen meteorólogos del gobierno estadounidense y otros.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) modificó su panorama de la temporada de una probabilidad de 65% de actividad mayor que la normal a 60%, e incrementó de 25% a 30% las probabilidades de que la temporada sea normal debido a temperaturas desiguales en la superficie del mar, incluyendo una sección de agua más fría frente a Portugal.
Partes del Atlántico están más cálidas que lo usual, pero la variabilidad hizo que los meteorólogos “retrocediesen en el extremo más elevado” de sus predicciones, dijo Matthew Rosencrans, el principal pronosticador del panorama de huracanes.
La agencia meteorológica calcula ahora que habrá entre 14 y 20 tormentas con nombre, en lugar de las entre 14 y 21 que pronosticó en mayo. El numero vaticinado de huracanes sigue siendo el mismo, entre seis y 10, y se pronostica que las tormentas que alcanzarán una categoría mayor de al menos 178 kilómetros por hora (111 mph) serán entre tres y cinco, en lugar de entre tres y seis. El pronóstico incluye las tres tormentas tropicales que se formaron en junio y los primeros días de julio, aproximadamente el promedio para esta época del año, pero menos que en los últimos años.
Una temporada promedio tiene 14 tormentas con nombre, de las cuales siete se volverán huracanes y tres de ellos de los más poderosos, de acuerdo con la NOAA. El año pasado hubo 21 tormentas con nombre, un récord de 30 en el 2020 y 18 en el 2019.
“Aunque los trópicos han estado relativamente tranquilos en el último mes, recuerde que sólo se necesita que una tormenta toque tierra para devastar una comunidad. Esto es especialmente crucial en un momento en que nos encaminamos a lo que el equipo anticipa será un pico activo de la temporada”, dijo Rosencrans en una sesión con la prensa.
Una persistente La Niña —el enfriamiento natural de partes del Pacífico que afecta el clima de todo el mundo_, vientos alisios débiles y algunas temperaturas más calientes en aguas del Atlántico que lo usual siguen dando indicios de que la temporada será activa, dijo Rosencrans. Pero secciones de aguas más frías, con temperaturas más cerca de lo normal en algunos sitios que lo pronosticado originalmente, “pudieran apaciguar un poco la actividad”, agregó.
La Universidad Estatal de Colorado, pionera de los pronósticos de temporadas de huracanes, también rebajó sus predicciones para la temporada actual en comparación con su cálculo de abril. Ahora vaticina 18 tormentas con nombre, una disminución de las 19 que había calculado, y ocho de ellas se convertirían en huracanes, en lugar de nueve. La universidad pronostica cuatro huracanes de gran tamaño, los mismos que pronosticó en abril.