El Congreso de Estados Unidos aprobó de manera contundente un acuerdo de seguridad fronteriza que evitaría un segundo y doloroso cierre de gobierno y la Casa Blanca ha dicho que el presidente Donald Trump firmara el proyecto de ley el viernes.
.@PressSec: President Trump will sign the government funding bill, and as he has stated before, he will also take other executive action—including a national emergency—to ensure we stop the national security and humanitarian crisis at the border.
— The White House (@WhiteHouse) February 14, 2019
Sin embargo, ahora surge una nueva confrontación: Trump planea pasar por alto a los legisladores y actuar unilateralmente para obtener más dinero, declarando una emergencia nacional, con el fin de desviar miles de millones de dólares de otras arcas federales para su prometido muro en la frontera con México.
Eso suscitará las condenas de los demócratas y amenazas de demandas por parte de los estados que podrían perder dinero federal.
El Congreso aprobó el jueves el acuerdo. El dinero asignado en el proyecto de ley para barreras fronterizas, aproximadamente 1.400 millones de dólares, es mucho menos de los 5.700 millones que Trump insiste en que necesita, y financiaría sólo una cuarta parte de los más de 320 kilómetros (200 millas) en los que él quiere erigir un muro.
El Senado aprobó el proyecto de ley por 83 votos a favor y 16 en contra, con el respaldo firme de ambos partidos. La Cámara de Representantes le siguió con 300-128, y se tiene programado que Trump lo promulgue el viernes.
Los demócratas respaldaron el proyecto, y solamente 19 de ellos _la mayoría hispanos_ se opusieron. Sólo un poco más de la mitad de los republicanos votaron por el “no”.
Si Trump cambiara de opinión, los márgenes de diferencia en las dos cámaras se ubican por encima de las dos terceras partes que se requieren para anular vetos presidenciales. Sin embargo, en ocasiones los legisladores respaldan a los presidentes de su mismo partido en ese tipo de enfrentamientos.
Los legisladores se veían muy aliviados de que con el acuerdo se lograra evitar un nuevo cierre de las agencias federales, apenas tres semanas después de un cierre parcial del gobierno que se extendió 35 días, lo que les granjeó una clara desaprobación de la ciudadanía, pero mientras anunciaba que Trump promulgaría el acuerdo, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo también que el mandatario tomaría “otra medida ejecutiva, incluyendo el declarar una emergencia nacional”.
En un inusual comunicado conjunto, los demócratas Nancy Pelosi, presidenta de la cámara baja, y Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, dijeron que una declaración así sería “un acto ilegal, un burdo abuso de poder por parte de la presidencia y un intento desesperado de desviar la atención” del fracaso de Trump en obligar a México a pagar el muro, como lo ha prometido durante años.
“El Congreso defenderá a nuestras autoridades constitucionales”, dijeron. Se negaron a decir si eso significaba demandas o votaciones sobre resoluciones para evitar que Trump traslade unilateralmente dinero a la construcción del muro, y los asesores dijeron que esperarían a ver qué hace.
Los procuradores generales demócratas de varios estados dijeron que estudiarían la posibilidad de emprender acciones legales para bloquear a Trump. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, le dijo al presidente en Twitter que “nos veremos en la corte” si hace la declaración.
A pesar de la oposición generalizada en el Congreso a la proclamación de una emergencia, incluso por parte de algunos republicanos, Trump está bajo presión para actuar unilateralmente para calmar a su base conservadora y evitar parecer que ha perdido su batalla sobre el muro.
Fuente: La Prensa Asociada