Jueces y juezas juramentan ante el Tribunal Supremo

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Suministrada

El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi, participó hoy en la ceremonia de juramentación de juezas y jueces del Poder Judicial, resaltando la importancia de la labor judicial y su impacto en el estado de derecho y la justicia en la Isla. Durante el evento, el gobernador estuvo acompañado por la jueza presidenta del Tribunal Supremo, Maite Oronoz, los Jueces Asociados del Tribunal Supremo, y otros funcionarios de la Rama Judicial.

En su discurso, Pierluisi destacó la relevancia de la ceremonia no solo para los nuevos jueces y juezas del Tribunal de Apelaciones y los Tribunales de Primera Instancia, sino también para el pueblo de Puerto Rico. “Hoy es un día de gran relevancia para nuestro sistema de justicia, un día en el que reafirmamos nuestro compromiso con el estado de derecho, la justicia y la equidad. Esta ceremonia no es una formalidad. Por el contrario. Es un testimonio del profundo respeto que sentimos por nuestra Constitución y nuestras leyes, así como la importancia de mantener un sistema judicial que responda a las necesidades y aspiraciones de nuestro pueblo”.

El gobernador enfatizó el rol esencial de la integridad, la transparencia, la imparcialidad y la independencia de criterio en la labor judicial, subrayando que estos valores son fundamentales para garantizar que se respeten los derechos y libertades de todos los ciudadanos. “Su labor no solo es aplicar las leyes, sino también interpretar su texto y su espíritu”, añadió Pierluisi.

Además, destacó la responsabilidad de los jueces no solo en la resolución de disputas legales, sino también en la protección de los derechos fundamentales de cada ciudadano y la preservación del estado de derecho. “Hoy más que nunca nuestro pueblo exige firmeza y verticalidad a la hora de juzgar al que nos falla, al que delinque y al que violenta nuestra confianza. Por eso, la importancia de un poder judicial independiente no puede ser subestimada. Su dedicación a la justicia son la piedra angular de nuestra democracia y la garantía de que todos, sin importar su origen o estatus, serán tratados con igualdad ante la ley”, indicó el primer ejecutivo.