DUQUE DE CAXIAS, Brasil (AP) — Las escuelas privadas de las ciudades brasileñas de Manaus, en la selva amazónica, y Duque de Caxias, en la región metropolitana de Río de Janeiro, reanudaron el lunes las clases presenciales, las primeras grandes ciudades en hacerlo desde el inicio de la pandemia de COVID-19.

Ambas ciudades han sido muy golpeadas por el virus. La capital del estado Amazonas, con 2,2 millones de residentes, ocupa el sexto puesto por muertes de coronavirus en el país, según con el medio local G1. Duque de Caxias tiene 920.000 habitantes y ha confirmado el tercer mayor número de muertes en el estado de Río.

Las escuelas privadas de las ciudades recibieron autorización para reabrir del gobernador estatal de Amazonas y del alcalde de Duque de Caxias, según la federación de escuelas privadas del país, Fenep.

Las escuelas públicas en las dos ciudades, como en otros lugares, todavía no han vuelto a abrir.

Durante el brote, los maestros brasileños han optado por enviar lecciones a los niños a través de redes sociales y aplicaciones de teléfono, e incluso por transmisiones por televisión y radio. Las restricciones implementadas para contener la propagación del virus son levantadas en diferentes grados en las ciudades, lo que marca una salida desordenada de la cuarentena.

El presidente Jair Bolsonaro ha presionado para que las economías se activen, con frecuencia pese a las objeciones de expertos en salud pública que argumentan que las tasas de infección continúan elevadas. De igual manera, muchas personas están ansiosas por volver a trabajar.

“Vimos la necesidad, los padres lo solicitaron; ellos regresaban al mercado laboral”, dijo Maria Agostinho, de 55 años, quien dirige Happy Little Bear, una escuela preescolar y guardería en Duque de Caxias.

La escuela hizo pruebas de COVID-19 a todos sus maestros y, el lunes, puso desinfectante de manos en la entrada de la escuela y tomó la temperatura de todos sus niños. Utilizan mascarillas y mantienen su distancia entre ellos.

“Conociendo el compromiso que tenemos, ellos (los padres) pidieron, suplicaron, hasta que volvimos a trabajar”, dijo Agostinho.

Algunos maestros en Duque de Caxias se oponen a regresar. Eduardo dos Santos, de 50 años, presidente del sindicato local de maestros, dijo que va en contra de las recomendaciones de expertos en salud locales y globales, y que los maestros no están capacitados en medidas de seguridad contra el virus.

“Muchos propietarios de escuelas se sienten presionados por los padres que necesitan trabajar y comprendemos”, dijo Dos Santos. Aun así, los propietarios de escuelas y maestros deben conversar “para programar un reinicio adecuado y balanceado para preservar vidas”.

La autorización para que las escuelas privadas de Duque de Caxias operaran de nuevo fue favorecida por el declive en los casos de coronavirus reportados las últimas semanas, y que actualmente representan una quinta parte del pico alcanzado en abril.

El mes pasado, Sinop, una ciudad de unos 143.000 habitantes, fue la primera urbe del país en reanudar clases público-privadas, de acuerdo con la Fenep. Semanas después, sus escuelas fueron cerradas debido a un aumento en los contagios.