ROMA (AP) — Italia decretó el lunes una serie de restricciones para las personas que no se han vacunado contra el COVID-19, entre ellas la prohibición de entrar a transporte público, cafés, gimnasios y otros locales a menos que muestren constancia de vacunación o de haberse recuperado recientemente del virus.
El nuevo “súper pase”, que elimina la posibilidad de acceder a ciertos lugares solamente mostrando una prueba negativa, es anunciado justo cuando gran parte de la población regresa a la escuela y al trabajo tras las festividades de fin de año. Viene además en momentos en que la cifra de casos nuevos diarios en Italia supera los 100.000.
En momentos en que la variante ómicron está causando un pronunciado aumento de casos, el gobierno italiano está anunciando una serie de restricciones a fin de presionar a los renuentes a ponerse la vacuna, o de lo contrario verse excluidos de actividades recreativas o incluso de algunas esenciales, como usar el tren subterráneo o el autobús para ir a trabajar.
Los italianos por lo general apoyan las restricciones, que en meses recientes han incluido la obligación de ponerse la mascarilla en exteriores y el uso de un pase para entrar a los sitios de trabajo. La policía fue desplegada el lunes en las estaciones de trenes para revisar el estatus de vacunación de los pasajeros y asegurarse de que estén usando las mascarillas tipo Ffp2, que a partir del lunes son obligatorias en el transporte público.
“Me alegra que estén checando todo”, declaró Carola Pasqualotto, empleada del centro deportivo Imperi, donde a la entrada estaban revisando el estatus de vacunación de todos los visitantes. “Yo estoy a favor de vacunas obligatorias para todos”.
El primer ministro Mario Draghi, sin embargo, ha sido criticado por emitir un mandato de vacunación para todos los mayores de 50 años a partir del mes entrante.
Los críticos dicen que la multa, que empieza por 100 euros (113 dólares), es demasiado pequeña.
Draghi convocó una conferencia de prensa para las próximas horas para explicar las medidas.
Italia, el primer país que sufrió los embates del virus en Europa en el 2020, tiene totalmente vacunada a un 86% de su población mayor de 12 años, y casi 75% de los elegibles han recibido la vacuna de refuerzo.