La comunidad dominicana en Puerto Rico, que constituye la mayoría de los inmigrantes en la isla, reaccionó con preocupación ante las primeras órdenes firmadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que podrían redundar en masivas deportaciones. Mientras, los defensores de los derechos de los inmigrantes advierten sobre las consecuencias negativas de las medidas, no solo para los individuos sino también para la propia nación americana.