Por Joe Urbina
Una figura clave en la infraestructura y planificación de Puerto Rico es el Ingeniero Amado Vélez, Director del Departamento de Ingeniería Civil, Ambiental y Agrimensura de la Universidad Politécnica de Puerto Rico. Su perspectiva profesional nos brinda una visión fundamental para el futuro del ciclismo como medio de transporte en Puerto Rico, estableciendo una distinción crucial en la terminología que usamos.
Ciclovía: El Tramo Aislado
Según el Ing. Vélez, el concepto de Ciclovía es el más amplio y sencillo.
Una Ciclovía es, simplemente, cualquier tramo o carril de vía dedicado al uso de la bicicleta. Es la infraestructura física que delimita un espacio para el ciclista. El punto clave aquí, y lo que la distingue, es su función. Una ciclovía puede estar aislada y tener un propósito puramente recreacional. Piensen en un carril para bicicletas dentro de un parque, una zona costera sin más conexiones lógicas, o un tramo corto en una carretera con un inicio y un final que no conducen a un destino útil. Es un espacio para montar bicicleta, sí, pero sin ninguna conectividad ni destino en particular o lógico para el transporte diario. Es un activo valioso para el esparcimiento, pero no necesariamente para la movilidad urbana.
Cicloruta: Conectividad y Destino
Aquí es donde entra el concepto estratégico de la Cicloruta, el cual nos obliga a pensar en términos de movilidad inteligente.
Una Cicloruta es mucho más que un carril bici. Es un sistema, una red, que implica destino y conectividad.
El Ing. Vélez enfatiza que para que un tramo se eleve al nivel de Cicloruta, tiene que haber una intencionalidad clara: la ruta debe conectar de manera efectiva sectores, barrios, pueblos, o ciudades, y enlazar destinos concretos y de importancia.
* Hablamos de rutas que conectan un centro comercial con un aeropuerto.
* Rutas que unen un área residencial con un hospital, un centro de convenciones, un centro gubernamental o importantes lugares turísticos.
En esencia, una Cicloruta transforma la bicicleta en una herramienta viable de transporte para la vida diaria.
Ejemplo Práctico: De la Ciclovía Aislada a la Cicloruta Estratégica
Amado Vélez, nos presenta cómo se ve esta distinción en la práctica, utilizando un escenario muy común: la conexión entre una zona residencial y un servicio esencial como un hospital o un centro de salud.
1. El Caso de la Ciclovía (Aislamiento Recreacional)
Imaginemos un carril bici que se construyó junto a la Carretera #10 por un tramo de 5 kilómetros.
* Punto A: Comienza en la entrada de un parque recreativo.
* Punto B: Termina abruptamente en la intersección de una carretera secundaria, sin semáforos ni paso de peatones seguro.
* Destino: No conecta con escuelas, supermercados, ni centros de trabajo.
Este tramo es una Ciclovía. Es un excelente lugar para ejercitarse en bicicleta, para dar un paseo familiar por la tarde, o para que los atletas entrenen. Pero si vives en el barrio aledaño y tienes una cita médica en el hospital que está a 10 kilómetros, esta Ciclovía no maximiza la movilidad en el área ni maximiza el uso de la bicicleta como medio de transporte útil en dicha área. Te dejaría varado o te obligaría a tomar una ruta peligrosa en la carretera principal, rompiendo la continuidad y la seguridad del viaje. Su uso es recreativo, no funcional.
2. ✅ El Caso de la Cicloruta (Conectividad Funcional)
Ahora, veamos cómo este mismo carril puede convertirse en una Cicloruta estratégica:
La planificación ya no se centra solo en el asfalto, sino en el destino y la seguridad de la red.
Una verdadera Cicloruta tomaría el carril de 5 km (la Ciclovía) y lo integraría en un sistema mayor:
* Fase 1: Conexión Segura al Barrio. Se añadiría una vía secundaria segura, quizás una calle de bajo tráfico con señalización compartida (Shared Lane), que conecta el barrio con el inicio del carril principal (el Punto A).
* Fase 2: Conexión Multimodal. En el final del carril (el Punto B, en lugar de terminar en el vacío, se diseñaría una intersección segura con semáforos con prioridad para peatones y ciclistas, que lleve a una ruta dedicada (o un buffer protegido) hasta el Trolley o la parada de autobús.
* Fase 3: Destino Final. Finalmente, la ruta continuaría, quizás a través de calles de velocidad reducida o con carriles protegidos, llegando directamente al portón o la entrada del hospital y centros de salud.
El resultado: Una persona puede montarse en su bicicleta en su casa, utilizar la red de Ciclovías conectadas, y llegar a su cita médica de manera segura, continua y lógica. La ruta tiene un destino concreto y una conectividad ininterrumpida.
El Valor de la Red
La lección del Ing. Vélez es que debemos de dejar de contar kilómetros de Ciclovías y empezar a diseñar redes de Ciclorutas.
El valor no está en el tramo aislado, sino en la red funcional que conecta a la comunidad con los servicios y destinos esenciales.
La Regla Mnemotécnica Esencial
El Ingeniero Vélez habla de una regla simple pero poderosa que resume toda la lección:
Toda Cicloruta tiene que estar compuesta de Ciclovías (es decir, el carril físico). Por lo tanto, una cicloruta es una ciclovía, porque está formada por tramos de carril. Sin embargo, una ciclovía no siempre es una cicloruta. Solo lo será si cumple con la condición fundamental que define la infraestructura de transporte moderna: la conectividad y la utilidad de destino.
Al aplicar esta distinción, podemos empezar a exigir y planificar no solo más kilómetros de carriles para bicicleta, sino sistemas de rutas inteligentes que integren de forma real a la bicicleta en nuestra matriz de transporte.
Con esta cátedra de distinción en terminología Amado Vélez, sin duda, elevará el debate sobre la infraestructura ciclista en Puerto Rico.