El Instituto del Desarrollo de la Juventud elevó en Washington, D.C. el problema de pobreza infantil de Puerto Rico ante un foro auspiciado por el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, su presidente Raúl Grijalva y la comisionada residente Jennifer González, trascendió el martes.

Apoyados por el estudio ‘Un futuro de pobreza infantil en Puerto Rico: cuánto nos cuesta y qué podemos hacer’, que fue presentado recientemente en la Isla, el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) reveló el costo económico de no atender las repercusiones de la pobreza infantil en la isla, así como diez medidas que podrían reducirla en un plazo de 10 años. La discusión del tema de pobreza infantil en Puerto Rico toma relevancia en el Congreso a un año de que este organismo bicameral solicitara la publicación del estudio ‘A Roadmap to Reducing Child Poverty’, que excluyó a Puerto Rico de su análisis.

Entre las políticas públicas propuestas por IDJ para abordar la pobreza infantil — problema que le cuesta al país 4,418 millones de dólares anuales—, están la expansión de los empleos subsidiados por el gobierno para jóvenes, madres y padres; fortalecer los sistemas de cuido y niñez temprana; y la extensión del crédito federal por hijos a familias con uno y dos niños. Esta última ya ha sido presentada ante el Congreso y cuenta con apoyo bipartita.

“Reducir un problema sistémico que afecta a la mayoría de la población va a requerir de soluciones que se puedan implementar a escala y eso requiere participación del gobierno. No es momento de revelar al gobierno de su responsabilidad. Ahora más que nunca hay que emplazarlo y exigirle que atienda con seriedad los retos que tenemos como individuos, comunidad y país”, comentó Amanda Rivera, directora ejecutiva del Instituto del Desarrollo de la Juventud en comunicación escrita.

Desde hace dos años, IDJ ha tomado liderazgo en plantear recomendaciones a nivel federal sobre los beneficios de la extensión del Crédito Contributivo por Hijos para integrar a familias de uno o dos hijos menores de 18 años, en Puerto Rico, en el Child Tax Credit (CTC). La extensión del CTC insertaría un aproximado de 273 millones de dólares a la economía local ($770 promedio por Familia elegible distribuidos entre 404,000 menores de 18 años de 355,000 familias), y ayudaría a reducir la pobreza infantil entre aquellas familias trabajadoras. En este reciente encuentro con líderes del Congreso, IDJ presentó varios cambios a esta propuesta para que las recomendaciones tengan más probabilidades de hacerse realidad. Además, la organización ha propuesto la necesidad de levantar en Puerto Rico el límite de transferencias por servicios sociales, como la Ayuda Temporal para Familias Necesitadas (TANF en inglés).

Según el estudio ‘A Roadmap to Reducing Child Poverty’, publicado el año pasado a solicitud del Congreso y el cual excluyó a Puerto Rico de su análisis, 9.6 millones de niños en Estados Unidos viven en familias con un ingreso anual por debajo del nivel de pobreza, problema que le podría costar hasta 1.1 trillones de dóalres anuales a la nación como consecuencia de una baja productividad, el alza en la criminalidad y los efectos en la salud debido al aumento en gastos médicos. Los niños latinos figuran entre los más afectados por la pobreza infantil en Estados Unidos, tienden a concentrarse más geográficamente y residen principalmente en California, Nueva York y Texas, según la publicación.

El estudio del Instituto del Desarrollo de la Juventud, por su parte, presenta un panorama similar en la isla en términos de las consecuencias que desembocan de ignorar el problema. También propone una guía de política pública para reducir significativamente el problema en un plazo de tres a diez años. La diferencia principal estriba en que, en Puerto Rico, el 58 por ciento de los niños y niñas viven bajo el nivel de pobreza; 37 por ciento en pobreza extrema. Esta cifra duplica el porcentaje de pobreza infantil que impera en el estado más pobre de Estados Unidos: Misisipi, que tiene una taza de pobreza infantil de 30 por ciento.

De acuerdo con el estudio ‘Un futuro de pobreza infantil en Puerto Rico: cuánto nos cuesta y qué podemos hacer’ del Instituto del Desarrollo de la Juventud, no atender la pobreza infantil le cuesta a Puerto Rico 4,418 millones de dólares anuales. Este costo representa el 4.3 por ciento del producto nacional y un costo per cápita por niño pobre de 11,536 dólares. En contraste, atender la pobreza infantil requeriría una inversión máxima de apenas 2,700 millones de dólares anuales, por 10 años. “No es una coincidencia que hayamos lanzado este estudio en un año eleccionario. Es una prioridad que los candidatos a puestos políticos incluyan el tema de la pobreza en sus programas de gobierno”, observó Amanda Rivera, quien presentará el estudio a los candidatos a puestos electivos en la Isla a partir de marzo.

El estudio de IDJ ha sido endosado por 18 organizaciones que representan diversos sectores en Puerto Rico: entidades de base comunitaria, el sector privado, el sector civil, asociaciones profesionales y organizaciones filantrópicas.