El secretario del Departamento de Agricultura, Carlos Flores Ortega, se reunió hoy con un grupo de agricultores de la zona central de la Isla para orientarles sobre los programas de incentivos de producción y sobre los beneficios de acogerse a los seguros agrícolas para proteger la inversión.

“A petición del alcalde de Aibonito, William Alicea, reunimos a más de una veintena de agricultores del sector de hidropónicos y ornamentales en la Alcaldía. Muchos de éstos tenían dudas sobre los programas de incentivos de producción y cómo podían beneficiarse”, sostuvo el Secretario.

Este programa contaba anteriormente con unos $40 millones anuales para subsidiar la mitad del salario del obrero agrícola no diestro. Los subsidios a agricultores ascendían a alrededor de $33 millones mientas que los gastos administrativos del programa rondaban los $7 millones. Los subsidios se dividían entre quienes los recibían por producción- como en el caso de la industria de huevos, pollos y leche, y los que certificaba sus servicios por hora, lo que beneficiaba a cerca de 1,400 agricultores.

“Este programa fue repensado por una visión distinta de la Junta de Supervisión Fiscal, pues entendieron que era ineficiente el retorno por inversión. El Departamento de Agricultura planteó que estábamos dispuestos a poner como requisito que todo fuera por producción, como en la leche, los huevos y los pollos. Así las cosas, se aprobaron $15 millones y tenemos un año para probar que se está haciendo de manera adecuada”, explicó el Secretario.

El sector de ornamentales confronta retos para beneficiarse de este programa porque no es uniforme, pero ya en diciembre debe haber un panorama más claro de cómo trabajarlo. En el caso de los hidropónicos se pagan 11 centavos por pie cuadrado.

De otra parte, los agricultores recibieron orientación sobre la Corporación de Seguros Agrícolas, que establece el seguro obligatorio para agricultores que reciben subsidios estatales. Este programa tiene como propósito proveer seguros agrícolas para proteger la inversión de los agricultores.

“Las aseguradoras están reacias a cubrir el sector agrícola porque todos los estudios actuariales confirman que el riesgo es muy alto, así que no están asegurando o en el peor de los casos, como ocurrió después del huracán María, no están pagando. Por el contrario, la Corporación de Seguros Agrícolas pagó un 98% de las reclamaciones de los agricultores a sólo meses del fenómeno. Esto ocurrió porque la corporación no está diseñada para ganar dinero, contrario al resto de las aseguradoras. Tener ese seguro es obligatorio porque el riesgo del agricultor es un riesgo grande dada nuestra ubicación geográfica”, explicó el Secretario.