Las alertas abarcan gran parte de Inglaterra y se mantendrán hasta el martes, cuando se pronostica que la temperatura alcance los 40 grados centígrados (104 Fahrenheit) por primera vez, lo que supone un riesgo de enfermedad grave e incluso muerte entre la población sana, de acuerdo con Met Office, la Oficina de Meteorología de Gran Bretaña.

La temperatura más alta registrada en Gran Bretaña es de 38,7 °C (101,7 °F), un récord establecido en 2019. El país no está preparado para lidiar con ese calor, y la mayoría de los hogares, escuelas y pequeñas empresas en Gran Bretaña no cuentan con aire acondicionado.

Gente sentada en pasto seco por el sol en el Parque de Greenwich, con el Museo Marítimo y el distrito financiero de Canary Wharf al fondo, en Londres, el domingo 17 de julio de 2022. (AP Foto/Tony Hicks)

Los Kew Gardens de Londres alcanzaron los 37,5 °C (99,5 °F) a las 3:00 de la tarde y la Met Office indicó que Gales registró provisionalmente su temperatura más alta: 35,3 °C (95,5 °F) en Gogerddan, en la costa oeste.

Se informó que al menos cuatro personas murieron ahogadas en ríos, lagos y embalses del Reino Unido cuando intentaban refrescarse.

Si bien es probable que el lunes se batan récords de temperatura en el sureste de Inglaterra, se espera que los termómetros suban aún más cuando el aire cálido se extienda hacia el norte el martes, indicó la directora ejecutiva de la Met Office, Penelope Endersby. Las advertencias por calor extremo van desde Londres, en el sur, a Manchester y Leeds, en el norte.

“De modo que será mañana cuando de verdad veamos más posibilidades de 40 grados y temperaturas por encima de eso”, dijo Endersby a la BBC. “No se descartan 41 grados. Incluso tenemos algunos 43 en el modelo, pero esperamos que no sea tan alto”.

El calor ha azotado el sur de Europa desde la semana pasada y desencadenado incendios en España, Portugal y Francia. Se han reportado cerca de 600 muertes asociadas al calor en España y Portugal, donde la semana pasada se alcanzaron los 47 °C (117 °F).

Los expertos en clima advierten que el calentamiento global ha aumentado la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, y los estudios muestran que la probabilidad de que las temperaturas en el Reino Unido lleguen a 40 grados centígrados es ahora 10 veces mayor que en la era preindustrial. La sequía y las olas de calor asociadas al cambio climático también han hecho más difícil combatir los incendios.

Las autoridades en la región de Gironda, en el sur de Francia, anunciaron planes para evacuar a 3.500 personas más de poblaciones amenazadas por el fuego. Más de 1.500 bomberos y aviones que descargaban agua intentaban sofocar las llamas en los secos pinares de la zona.

En Gran Bretaña, los operadores ferroviarios pidieron a los usuarios que no viajen si no es absolutamente necesario porque probablemente el calor deformará las vías y afectará el suministro energético, lo que producirá retrasos severos. Algunas rutas funcionaban a velocidad reducida o se cerraban por completo desde la media tarde, cuando se esperaba que las temperaturas alcanzaran su punto máximo.

También fueron canceladas algunas citas médicas para aliviar la presión sobre el servicio de salud. Aunque algunas escuelas estaban cerradas, otras habilitaron piscinas poco profundas y rociadores de agua para ayudar a refrescar a los niños. La mayoría de las escuelas británicas aún no ha realizado el cierre por el verano.

El calor extremo incluso llevó al Parlamento a relajar su estricto código de vestimenta. El presidente de la Cámara de los Comunes dijo que los legisladores hombres podrán prescindir de chaquetas y corbatas durante la semana.

Las altas temperaturas resultan aún más impactantes dado que Gran Bretaña suele tener temperaturas muy moderadas en verano. En todo el Reino Unido, las temperaturas medias de julio oscilan entre un máximo diario de 21 °C (70 °F) y las mínimas de 12 °C (53 °F).

El anochecer no traerá mucho alivio del calor, y Met Office pronostica temperaturas de 29 °C (84 °F) para la medianoche en Londres.

El meteorólogo jefe de la Met Office, Paul Davies, advirtió que la noche del lunes será “muy agobiante” y que resultará difícil dormir por el calor.

“Y mañana es el día que nos preocupa de verdad por una probabilidad alta de alcanzar los 40 o 41 centígrados, y con ello todas las complicaciones de salud que conllevan esas temperaturas más elevadas”, dijo Davies.