Un agente federal antinarcóticos fue sentenciado el miércoles a cuatro años de cárcel por participar en una organización ilícita para enviar miles de kilos de cocaína de Puerto Rico a Nueva York.

Fernando Gómez fue acusado de infiltrar a la agencia estadounidense antidrogas DEA en 2011 y ayudar a una red de narcotráfico notoria por asesinar a sus rivales.

Gómez se declaró culpable el año pasado de vender armas de fuego a un traficante de cocaína, en momentos en que era policía en las afueras de Chicago.

Además ayudó a la Organización de Narcotraficantes Unidos a eludir a las autoridades, recogía dinero para la red e ingresó ilícitamente en los archivos de la DEA para buscar documentos sobre un traficante que según él tenía información sobre otro acusado.

Gómez, quien fue en una época infante de Marina, sollozó en el tribunal, pidiendo perdón por su “pobre juicio” que, según dijo, derivó de su deseo de proteger a familiares involucrados en el tráfico de drogas.

“El gobierno desea que usted me use como un castigo ejemplar”, declaró Gómez al juez Jesse Furman. “Yo no soy ese ejemplo. Yo no estaba corriendo como un cowboy con su placa”.

Furman se expresó conmovido por el arrepentimiento de Gómez, pero añadió que la traición a sus deberes públicos “han dejado una mancha sobre la DEA y sobre todas las agencias policiales”.

Según las directrices federales, Gómez tendría que estar por lo menos siete años en la cárcel, pero el juez aseveró que tal sentencia sería injusta dado el servicio público prestado por Gómez y el hecho de que cooperó con la investigación.

El magistrado añadió que siguen varias preguntas irresueltas sobre por qué Gómez se incorporó a la DEA en 2011, donde trabajó hasta que fue arrestado en 2018.

La fiscalía asevera que Gómez mintió cuando fue entrevistado para el cargo, pero el juez Furman indicó que el gobierno no ha presentado pruebas fehacientes de que Gomez se convirtió en un “agente doble”.

Fuente: AP