“Un estudio colaborativo con investigadores de diversas partes del mundo, incluyendo a un miembro de nuestra comunidad universitaria, descubrió una especie nueva de ballena en los océanos del Atlántico, Índico y Pacífico Sur”, anunció el presidente de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), el licenciado Manuel J. Fernós.

El descubrimiento que fue publicado ayer en la revista internacional Proceedings of the Royal Society B, contó con la colaboración de un equipo internacional de más de 30 científicos dirigidos por la doctora Emma Carroll de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda. “El doctor Antonio Mignucci, catedrático de nuestro recinto de Bayamón formó parte de este descubrimiento que eleva a 93 el número total de especies de ballenas y delfines”, indicó Fernós.

“El mundo académico brinda un sinnúmero de oportunidades científicas en las que nuestros docentes pueden participar y colaborar grandemente en nuevos descubrimientos que nos revelan explicaciones de la naturaleza hasta entonces desconocidas. La contribución del
doctor Mignucci consistió en aportar una colección de pieles de donde se obtiene una muestra de genética de mamíferos marinos del Caribe. Mediante estos tejidos se comparó la taxonomía de una especie hermana de la nueva especie de ballena”, explicó.

Por su parte, Mignucci detalló que la nueva especie de ballena descubierta lleva el nombre científico de Mesoplodon eueu y su nombre común será ballena hocicuda de Ramari en honor a Ramari Stewart, una experta en ballenas de la etnia polinesia Māori de Nueva Zelanda, quien fue la persona que se percató que esta especie de ballena no era la misma identificada como Mesoplodon mirus (ballen hocicuda de True). La recién descubierta ballena hocicuda o zifio como también se les conoce, se convierte a su vez en la primera de su especie en llevar el nombre de una mujer. En cuanto al nombre científico escogido para estas ballenas expresó que el término eueu significa “pez grande” en el idioma Khwedam de Sur África, uno de los lugares donde se encontraron especímenes de la nueva especie.

“Se cree que las ballenas hocicudas de Ramari ha existido por alrededor de medio millón de años. Está claro que son especies diferentes,” afirmó el científico. Hasta ahora, se pensaba que estas ballenas, eran las ballenas hocicudas de True. Pero hace casi una década, una hembra fue encontrada varada en la costa oeste de Nueva Zelanda, explicó el doctor Mignucci, coautor de la publicación científica. “Tenía cinco metros de largo y estaba preñada, y la tribu Iwi la llamó Nihongore. Sus huesos fueron enviados al museo en Wellington, de este mismo país para su conservación”, añadió el profesor de ciencias marinas y veterinarias del Recinto de Bayamón de la UIPR.

Cuando apareció Nihongore, Stewart percibió que era algo diferente porque no lo había visto antes, contó Mignucci. Es en ese entonces que Stewart, que fue criada por los ancianos de su tribu en el conocimiento tradicional del mar y quien es experta en ballenas se une en colaboración con la doctora Carroll para estudiar al animal y junto a otros 30 científicos del mundo, describir a la nueva especie de ballena. “Es interesante como en esta investigación se unen el mundo del conocimiento tradicional multidisciplinario y holístico y la ciencia tradicional para explorar la naturaleza y los orígenes de esta ballena”, destacó Ramari, por quien la especie es nombrada.

Inicialmente, el equipo de investigación de Nueva Zelanda pensó que esta era la primera ballena hocicuda de True encontrada en el país, pero eso cambió durante su trabajo con una red global de investigadores, incluyendo al doctor Mignucci de Puerto Rico. Pronto se dieron cuenta de que la genética y la forma del cráneo de los zifios de True en el hemisferio norte eran muy diferentes a las que hasta entonces consideraban que eran los zifios de True en el hemisferio sur. Las ballenas hocicudas son los habitantes más comunes de las profundidades del océano debido a su necesidad de bucear hasta aguas meso- y batipelágicas, sobre mil metros de profundidad, para encontrar su dieta favorita, calamares y camarones de profundidad.
Se cree que las ballenas hocicudas de Ramari pasan mucho tiempo en aguas oceánicas mar afuera dado que se han descubierto muy pocos ejemplares.

Para el doctor Mignucci, “entender la taxonomía y los procesos genéticos y evolutivos de los mamíferos marinos como esta ballena es esencial para protegerlos mejor y entender sus necesidades ecológicas de sobrevivencia. Sin embargo, este descubrimiento nos demuestra la importancia de estudiar y documentar todo descubrimiento científico, por más pequeño que sea. Para algunos el zifio varado en Nueva Zelanda era una ballena más muerta en la costa, pero al mirarla con detenimiento, resultó en una nueva especie de cetáceo, que había escapado a cientos de científicos por años. Como biólogos marinos y científicos, debemos todos mirar la naturaleza con más atención; nunca sabemos cuándo llegará ese gran descubrimiento”, concluyó.

La cita bibliográfica del descubrimiento es:

Carroll E.L. et al. 2021 Speciation in the deep: genomics and morphology reveal a new species of beaked whale Mesoplodon eueu. Proc. R. Soc. B 288: 20211213. https://doi.org/10.1098/rspb.2021.1213
Enlace: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2021.1213