La directora ejecutiva de la Junta de Control Fiscal (JCF), Natalie Jaresko dijo el jueves que el presupuesto para el año fiscal 2021-2022 no es un presupuesto de austeridad.

“Este tipo de gastos no es uno que ustedes verán en un presupuesto de austeridad. En un presupuesto de austeridad se cortan programas y se despide gente. Y tengo que decir que en los pasados cuatro años no ha habido un despido ni se han eliminado programas. No obstante, lo que queremos hacer con las reducciones en el presupuesto, es obligar al gobierno a ahorrar dinero reorganizándose, que reduzcan burocracia. No hay otra forma. Esto no tiene que ver con PROMESA. Esto es simplemente la realidad que Puerto Rico enfrenta hoy hasta que salga de la quiebra y refuerce su desarrollo económico”, dijo Jaresko en conferencia de prensa.

Jaresko aseguró que a diferencia de años anteriores, este presupuesto permite al gobierno la mayor cantidad de gastos.

“La mayoría de las reducciones en costos que se requieren en el Plan Fiscal son producto de eliminar redundancia de oficinas o consolidando operaciones administrativas. Las reducciones no son para servicios esenciales. Y después de cuatro años, ya se supone que las agencias hayan decidido que deben dejar de hacer, descontinuarlo o hacerlo diferente para ser más eficiente. Debo subrayar que esta es la primera ocasión en que se ha aprobado la más alta cantidad para gastos, desde que esta Junta fue establecida. El gasto se aumentó, no se redujo”, sostuvo.

La directora ejecutiva de JCF, Natalie Jaresko insistió en que no es responsable incluir en el presupuesto fondos federales para el Medicaid que no se han aprobado, como propuso el gobernador Pedro Rafael Pierluisi Urrutia en su presupuesto enmendado.

“Nosotros hemos presupuestado suficiente para que el Gobierno pueda pagar los costos del Medicaid, basado en lo que la legislación federal actual provee que es de 400 millones de dólares. Todos buscamos y queremos trato justo y equitativo para Puerto Rico en los fondos para el Medicare. No obstante, seria fiscalmente irresponsable adivinar cuál de los infinitos escenarios va a aprobar el Congreso. Estamos confiados en que algo adicional a lo que actualmente se recibe se va a aprobar.

“¿Por qué no podemos hacer eso? Para darles un ejemplo, si los fondos que llegan para el Medicaid entre septiembre y octubre vienen con requisitos adicionales para aumentar los servicios que se proveen en la isla, eso va a provocar que el Gobierno de Puerto Rico tenga que aumentar sus costos. Si esa legislación llega con un lenguaje específico que condicione esos fondos federales, también va a provocar que se aumenten los gastos más allá de los que actualmente están presupuestados. Por lo tanto, no sabemos cuál lenguaje será el que al final  incluya el Congreso”, expresó.