En el pequeño pueblo de Oxford, en Nebraska, el distrito escolar abandonó el mandato de uso de mascarillas el mes pasado en la que fue una decisión clara: los casos del virus habían caído drásticamente y a los funcionarios locales no parecían preocupados de que el paso violara las directrices de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Esas directrices federales de uso de mascarillas no parecían corresponderse con las condiciones locales en el pueblo de 800 habitantes en el que casi nadie las usa.
“No hemos prestado mucha atención a lo que sucede al nivel federal, básicamente a todo lo que viene del Estado”, dijo Bryce Jorgensen, superintendente escolar del distrito de Southern Valley. “Usted no puede comparar Chicago con Nebraska. Las cosas son diferentes”.
El martes, los CDC relajaron sus directrices sobre el uso de mascarillas en exteriores, diciendo que los estadounidenses plenamente vacunados no necesitan cubrirse el rostro a menos que estén en medio de una gran multitud de extraños. Dijo que los no vacunados pueden estar sin mascarillas en algunas circunstancias.
Por la mayor parte del año, los CDC han recomendado el uso de mascarillas al aire libre cuando las personas están a una distancia entre sí de dos metros o menos.
La decisión marca el paso más reciente del gobierno federal estadounidense hacia la normalidad, pero se produce cuando gran parte del país ya había estado dejando de cumplir las reglas de mascarillas. Los CDC esencialmente respaldaron el martes lo que muchos estadounidenses han estado haciendo ya.
El mismo día que los CDC actualizaron sus directrices, el gobernador de Luisiana levantó parcialmente el mandato de mascarillas, el primer gobernador demócrata en dar ese paso durante la presidencia de Joe Biden. En otras partes, líderes de gobiernos locales han estado eliminando el mandato y en muchos estados, las mascarillas son algo infrecuente en interiores, mucho menos al aire libre.
En Montgomery, Alabama, Judy Adams, de 73 años, dice que no ha usado una mascarilla fuera de sitios cerrados desde los primeros días de la pandemia y solamente se la pone en interiores en las tiendas donde es obligatorio. Alabama tuvo un mandato estatal de mascarilla hasta inicios de este mes, cuando el gobernador lo dejó expirar.
“Creo que es ridículo, porque no ayudan”, dijo sobre las reglas del uso de mascarillas. “Se trata de miedo y control. No es otra cosa”.
Desde el comienzo de la pandemia, el gobierno federal ha pasado trabajos para conseguir congruencia entre las medidas públicas de los estados. Los CDC han emitido directrices sobre mascarillas, distanciamiento social, viajes y otras actividades, pero les corresponde a los gobernadores decidir si se adhieren o no a las medidas. Algunos estados nunca tuvieron mandato de mascarillas, mientras que otros los siguen teniendo.
