¿La gente debería tenerle miedo al coronavirus?

El millón de decesos por COVID-19 a nivel mundial son una de las razones para estar preocupado, incluso temeroso, y para tomar medidas a diario a pesar de las recomendaciones optimistas de un presidente que sigue recuperándose de la enfermedad, indicaron expertos de salud pública.

“No dejen que los domine. No le tengan miedo. Van a superarlo”, dijo el presidente estadounidense Donald Trump en un video publicado en la Casa Blanca tras salir del hospital el lunes.

Tan sólo en Estados Unidos, más de 210.000 personas no pudieron superarlo.

El promedio de casos nuevos por cada siete días en Estados Unidos ha aumentado en las últimas dos semanas a casi 42.000 infecciones diarias. La nación también registra más de 700 decesos por COVID-19 al día.

El COVID-19 también es más letal que la influenza, a pesar de que Trump afirme lo contrario. La influenza ha provocado la muerte de entre 12.000 y 61.000 estadounidenses al año desde 2010, de acuerdo con estimados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

Es cierto que la mayoría de las personas que contraen COVID-19 desarrollan síntomas leves. Pero los expertos no pueden predecir qué paciente desarrollarán afectaciones severas o mortales. Y sólo un pequeño porcentaje de los estadounidenses se han contagiado de coronavirus, lo que significa que aún queda una gran parte de la población en riesgo de contraerlo.

Es cierto, como Trump dijo en el video, que se han encontrado medicamentos para tratar el virus, reduciendo las probabilidades de desarrollar síntomas graves o fallecer a causa de la enfermedad. Pero todavía no hay cura para el virus, así como tampoco hay una fecha definitiva para que una vacuna efectiva esté disponible del público en general.

Otro motivo de preocupación es la incertidumbre sobre qué pacientes desarrollarán complicaciones duraderas que afecten los pulmones, el corazón, los riñones y otros órganos. Si bien eso es más común en casos graves, se han registrado síntomas persistentes que duran varios meses incluso en aquellos con pacientes con casos más leves. La fatiga es uno de los más comunes.

Tomar medidas de precaución a diario, como portar mascarillas y mantener el distanciamiento social para frenar la propagación de la enfermedad, no significan que el virus domine la vida de la gente, dijo la doctora Khalilah Gates, profesora adjunta de medicina en la Universidad Northwestern en Chicago.

“Hay cosas que necesitamos hacer de manera colectiva para asegurarnos de minimizar la mortalidad”, señaló Gates. “Eso no es dominio. Eso es sólo estar dispuesto a hacer cambios para que todos salgamos de esto de una manera mucho mejor y más segura”.