WASHINGTON (AP) — La Guardia Nacional de Estados Unidos despachará por lo menos 10.000 efectivos a Washington D.C. de aquí al sábado y probablemente después llame a otros 5.000 de otros estados, se informó el lunes.

Actualmente hay unos 6.200 efectivos de la Guardia en Washington D.C., de la misma capital y de cinco estados circundantes. El envío de refuerzos ocurre en medio de amenazas de violencia durante la toma de posesión del presidente electo Joe Biden para el 20 de enero.

Efectivos de la Guardia Nacional de EEUU en Olympia, Washington, el 11 de enero del 2021. (AP Photo/Ted S. Warren)

El general del ejército Daniel Hokanson, comandante de la Guardia Nacional, indicó a reporteros que tiene autoridad para traer a 15.000 efectivos. Aclaró que la cantidad de efectivos despachados podría variar dependiendo de las solicitudes del Servicio Secreto, la Policía de Parques y la Policía de Capitolio.

Han surgido quejas de que la Guardia Nacional no estaba preparada para enfrentar a la turba que asaltó al Capitolio el miércoles de la semana pasada. Los comandantes de esa fuerza insisten en que respondieron lo más rápido que pudieron y que la Policía del Capitolio rechazó varios pedidos de enviar refuerzos en los días previos a la violencia.

Refuerzan seguridad en capitolios estatales de EEUU

Los capitolios de diversos estados de Estados Unidos reforzaron su seguridad el lunes con el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional, equipos SWAT y policías, en medio de temores de nuevos brotes de violencia tras el asalto al Capitolio la semana pasada.

El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, activó a cientos de efectivos de la Guardia Nacional para que ayuden a la policía estatal a proteger el recinto legislativo. Por lo menos dos personas fueron arrestadas, entre ellas una mujer que estacionó su casa móvil en medio de una vía principal y se negó a moverse, según la policía.

Poco después, unas 20 personas se concentraron frente a la cerca erigida para proteger el lugar, entre ellas un hombre que intentó penetrar el perímetro de seguridad y fue detenido tras gritar: “Tengo derecho absoluto a observar esto”.

Foto tomada el 11 de enero del 2021 de la cerca protectora alrededor del Capitolio en Olympia, Washington. (AP Photo/Ted S. Warren)

En el Capitolio de Georgia, un equipo SWAT patrullaba los predios con uniforme camuflado y fusiles automáticos en momentos en que la Legislatura sesionaba adentro para el inicio de su período de dos años.

En Michigan, una comisión estatal aprobó el lunes prohibir la portación de armas de fuego en el recinto.

Más de una veintena de legislaturas estatales iniciaron periodos de sesiones. Debido a la pandemia del coronavirus, muchos de los recintos ya habían tomado medidas que prohibían la concentración de grandes cantidades de personas, incluyendo permitir a los legisladores que sesionen por teléfono o internet. Debido a ello, son muy pocas las personas que están trabajando físicamente en las sedes legislativas.

Tras el asalto al Capitolio en Washington el miércoles pasado por parte de fanáticos seguidores del presidente Donald Trump, las autoridades locales en diversos estados empezaron a intensificar sus medidas de seguridad, especialmente a raíz de amenazas en internet según las cuales otras multitudes podrían presentarse en sus capitolios.

En Idaho, estaban cerradas las puertas de la Cámara de Representantes y del Senado locales, y en cada puerta había por lo menos dos policías. Usualmente esas puertas no están cerradas y hay solamente un funcionario de civil, desarmado, que controla el acceso.

En una sesión especial en agosto pasado, un grupo de personas entre las que se encontraba el activista antigobierno Ammon Bundy, irrumpió en la galería de la Cámara de Representantes de Idaho, pese a la prohibición de concentraciones de personas por el coronavirus. Bundy es fundador del grupo People’s Rights, el cual se opone a las medidas sanitarias decretadas para combatir la enfermedad. La agrupación ha hecho un llamado a sus seguidores a que acudan al Capitolio de Idaho el lunes.

Glen Thorne, de Buhl, Idaho, un poblado al sudeste de Boise, estaba frente al Capitolio con una pistola al cinto, lo que es legal en el estado.

Thorne aseguró que había acudido para que el gobernador republicano Brad Little “sepa que estamos aquí”.

“Queremos el fin del estado de emergencia en Idaho, que es ridículo. Queremos regresar a la normalidad”, afirmó Thorne. Dijo que en su opinión el grupo no causará problema alguno.

En Georgia, el gobernador republicano Brian Kemp aprobó la construcción de una cerca alrededor del Capitolio el año pasado en respuesta a la ola de protestas contra la injusticia racial. Kemp ha mantenido en alerta a un contingente de la Guardia Nacional para proteger los edificios públicos desde mediados del año pasado.