Carlos Tavares, CEO de Stellantis, calcula que la falta de esos dispositivos seguirá todo el 2022 ya que no hay indicios de que los fabricantes asiáticos están fabricando o exportando más.

El desabastecimiento ha obligado a la mayoría de las empresas automotrices a suspender la producción, creando una escasez de vehículos y provocando una inflación de precios y una mayor demanda.

El precio promedio de un vehículo nuevo en Estados Unidos alcanzó el récord de 42.000 dólares en junio, según el Kelley Blue Book.

Stellantis está en el proceso de firmar un acuerdo para tener su propio suministro de litio para fabricar baterías para vehículos eléctricos, indicó Tavares.

Añadió que Stellantis, empresa resultante de la fusión entre Fiat Chrysler y PSA Peugeot, está tratando de conseguir de otros fabricantes e incluso modificando el diseño de algunos carros a fin de usar chips más fáciles de conseguir.

Muchos fabricantes, entre ellos Stellantis, han empezado a colocar chips en modelos que traen más ganancias y que están en mayor demanda, como los camiones pickup las camionetas SUV.