MADRID (AP) — España registró este año la primavera más calurosa de su historia y la segunda más seca desde que se tienen registros, dijo la agencia meteorológica estatal el miércoles.
Los últimos datos suponen la continuidad de las temperaturas extremadamente altas que sufrió el país en 2022, el año más cálido documentado nunca en España, afirmó Rubén Del Campo, vocero de la agencia Aemet.
El calor primaveral estuvo acompañado de una escasez de lluvias que agravará la prolongada sequía que sufre ya la nación, a pesar de las lluvias caídas en el último mes. El Ministerio de Transición Ecológica reportó el martes que los embalses están al 47,4% de su capacidad, lo que consolida la tendencia a la baja.
Del Campo destacó el efecto dominó que genera en el ecosistema mediterráneo del país. “La temperatura del agua del mar, las aguas superficiales del mar, registraron en 2022 la temperatura más alta desde al menos 1940″, explicó el portavoz durante una conferencia de presa, alertando de que el fenómeno amenaza la vida marina y su capacidad de reproducción.
La situación tierra adentro es también mucho más precaria. “Esas altas temperaturas tienen repercusiones tanto en la salud de las personas como en los ecosistemas en cuanto a mayor probabilidad de incendios forestales”, apuntó.
Del Campo también ofreció predicciones de cara al verano, del que dijo que probablemente será “extremadamente caluroso”, aunque con probabilidad de algunos chubascos. El vocero indicó que no está claro que el fenómeno meteorológico de El Niño contribuya a las altas temperaturas que se esperan en el país.
El Niño es un calentamiento cíclico de los océanos y del clima global, que se prevé que regrese a finales de año.
El mes pasado, el gobierno anunció un paquete de medidas contra la sequía, valorado en 2.200 millones de euros (2.400 millones de dólares), que incluye el financiamiento para la reutilización de las aguas urbanas y más ayudas para los agricultores afectados.
España es el primer productor y exportador europeo de frutas y hortalizas frescas. El país solicitó fondos de emergencia a la Unión Europea en abril ante los pésimos pronósticos para las cosechas este año.