MISSION, Kansas, EE.UU. (AP) — Después de más de un año de preocuparse por su hijo de 13 años, quien padece de una rara enfermedad hepática, Heather Ousley rompió en llanto cuando supo que él y millones de jóvenes pronto podrían ser elegibles en Estados Unidos para recibir la vacuna contra el COVID-19.

“¡¡¡Este día es el mejor día de la historia de los días!!! ¡¡¡Amo este día!!!”, dijo ella en un mensaje de texto, igual de entusiasmada que otros padres y educadores ante la noticia de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) podría autorizar la próxima semana la vacuna de Pfizer para niños de 12 a 15 años.

Pfizer también prevé que la FDA respaldará el uso de su vacuna incluso en niños más pequeños para el otoño. Adicionalmente, para mediados de este año se esperan los resultados de un estudio de Moderna en chicos de 12 a 17 años.

Las autoridades esperan que ampliar la aplicación de las vacunas a los niños reducirá aún más el número de casos en Estados Unidos y permitirá la reapertura de escuelas con interrupciones mínimas para el otoño.

También podría tranquilizar tanto a los padres como a los profesores. Si bien los niños rara vez se enferman gravemente por el coronavirus, aún pueden enfermarse y contagiar a otras personas.

En marzo, Pfizer publicó los resultados preliminares de un estudio de 2.260 voluntarios de 12 a 15 años en Estados Unidos que muestran que no hubo casos de COVID-19 entre los niños completamente vacunados en comparación con 18 casos entre quienes recibieron placebos.

El presidente Joe Biden dijo el martes que si la FDA autoriza el uso de la vacuna de Pfizer en niños de 12 años su gobierno está preparado para enviar dosis a 20.000 farmacias de todo el país y directamente a los pediatras.

Además, el mandatario fijó la meta de vacunación para que el 70% de los adultos en el país hayan recibido al menos una inyección contra el coronavirus antes del 4 de julio, cuando el país celebra el Día de la Independencia.