TALLAHASSEE, Florida, EE.UU. (AP) — Autoridades y vecinos en Florida seguían el domingo con cautela la evolución en el Caribe de la tormenta tropical Ian, que se esperaba ganase fuerza hasta convertirse en un gran huracán en los próximos días en su camino hacia el estado.

El gobernador Ron DeSantis declaró ayer estado de emergencia en toda Florida, ampliando una orden inicial que afectaba a dos docenas de condados. Instó a la población a prepararse para una tormenta que podría descargar aguaceros sobre gran parte del estado, así como vendavales y marejadas.

“Instamos a todos los floridanos a hacer sus preparativos”, dijo DeSantis en un comunicado.

El presidente Joe Biden declaró también una emergencia y autorizó al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés) a coordinar ayuda para el desastre y prestar asistencia para proteger vidas y propiedades. El presidente aplazó un viaje a Florida previsto para el 27 de septiembre debido a la tormenta.

El Centro Nacional de Huracanes esperaba que Ian se fortaleciera antes de pasar sobre el oeste de Cuba y hacia la costa oeste de Florida y la franja noroeste del estado, el Florida Panhandle, para mediados de semana. La agencia recomendó a los floridanos que planificaran para la llegada del huracán y siguieran las noticias sobre la evolución de la tormenta.

Estaba previsto que se convirtiera en huracán el domingo y fuera una fuerte tormenta a partir del lunes por la noche. En su reporte de las 5 de la mañana, el Centro de Huracanes dijo esperar un “rápido fortalecimiento más tarde hoy” con “un aumento del riesgo de vientos significativos e impactos de marejada ciclónica para el oeste de Cuba”.

Ian mostraba vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros (50 millas) por hora y se desplazaba hacia el oeste a 19 km/h (12 mph), unos 555 kilómetros (345 millas) al sureste de Gran Caimán, en Islas Caimán, donde se declaró una alerta de huracán.

También se emitieron avisos de huracán para el oeste de Cuba.

Todavía no estaba claro con exactitud dónde golpearía el meteoro con más fuerza, indicó John Cangialosi, especialista de huracanes en el centro con sede en Miami. Instó a los floridanos a iniciar sus preparativos y reunir suministros para posibles cortes de luz.

En Pinellas Park, cerca de Tampa, la gente hacía fila ante un Home Depot cuando abrió a las 6 de la mañana del sábado, según el Tampa Bay Times. La gerente de la tienda, Wendy Macrini, dijo que habían vendido 600 cajas de agua para primera hora de la tarde y se habían quedado sin generadores.

La gente también compraba tablones para proteger sus ventanas. “Mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo”, dijo al Times Matt Beaver, the Pinellas Park.

Entre tanto, el potente ciclón postropical Fiona arremetió el sábado en Nueva Escocia, en la costa atlántica de Canadá, donde arrastró casas al mar, arrancó tejados y dejó a más de medio millón de clientes sin electricidad en dos provincias.