El presidente francés Emmanuel Macron anunció el miércoles que 18 millones de ciudadanos en nueve regiones de la nación, incluida París, estarán bajo un toque de queda que entrará en vigor el sábado y se mantendrá hasta el 1 de diciembre.

El mandatario también volvió a establecer el estado de emergencia sanitaria en el país, que terminó hace tres meses. El toque de queda empezará a las 9 p.m. y está dirigido a limitar el resurgimiento del coronavirus en medio de una segunda ola.

“Nuestro objetivo es frenar el virus. Debemos reducir el número de casos diarios a 3.000 o 4.000”, señaló Macron. “Nuestro objetivo es reducir los contactos privados. Lo que se llama toque de queda es una medida apropiada”, añadió.

El toque de queda se implementará en la región de París y en Grenoble, Lille, Lyon, Aix-en-Provence, Marsella, Tolosa, Montpellier y Saint-Etienne.

“No iremos a los restaurantes después de las 9 de la noche, no veremos a los amigos, no saldremos de fiesta, porque así es como se transmite el virus”, manifestó Macron.

Los pacientes con COVID-19 ocupan una tercera parte de las camas disponibles en las unidades de terapia intensiva a nivel nacional. Hasta ahora, Francia tiene 798.000 casos confirmados y casi 33.000 decesos a causa del coronavirus.