La Iglesia Metodista de Puerto Rico, presidida por el reverendo Héctor F. Ortiz Vidal, obispo, y de las oficinas de REHACE (Rehaciendo Comunidades con Esperanza) lideradas por la doctora Glorymar Rivera Báez, directora ejecutiva, iniciaron la coordinación de primera ayuda destinada a los habitantes del archipiélago de las Bahamas. Al presente, el equipo de trabajo de REHACE se ha mantenido atento a los últimos acontecimientos relacionados con el paso del huracán Dorian por este conjunto de islas del Atlántico Norte. Ciertamente, el ciclón dejó asoladas a las Islas Ábaco y Grand Bahamas.

Ante el demoledor paso de Dorian por esta cadena de islas al este de los cayos de Florida, la IMPR, a través de su programa de santidad social REHACE, estará levantando ayuda monetaria para las víctimas de las Bahamas. El donativo, que los ciudadanos deseen realizar, lo podrán gestionar por medio de la cuenta del Banco Popular número 035-372117 de Rehaciendo Comunidades con Esperanza. La IMPR estará ayudando a las Bahamas a través del “Bahamas Methodist Habitat”, el Ministerio de Desastres de la Conferencia de la Iglesia Metodista de las Bahamas y UMCOR. Es importante que, una vez se remita un donativo, lo identifique para que llegue prontamente a las víctimas del huracán Dorian.

Por otro lado, a casi dos años, la IMPR y REHACE mantienen su compromiso con las familias perjudicadas luego del impacto de los huracanes Irma y María sobre el país. Asimismo, lo realizó con otros países como Haití ante el terremoto de 2010 y los estados costeros en los Estados Unidos afectados por los potentes huracanes Katrina en New Orleans (2005), Sandy en New Jersey y New York (2012), y Harvey en Texas (2017).

Actualmente, REHACE recibe el apoyo incondicional de UMCOR (United Methodist Committee on Relief), una organización global de ayuda humanitaria perteneciente a la Iglesia Metodista Unida en los Estados Unidos. La misma, opera bajo la Junta General de Ministerios Globales de la que recibe el 100 % de donaciones dirigidas a proyectos específicos o esfuerzos de ayuda en momentos especiales, sean locales, nacionales o internacionales; de ayuda humanitaria y respuesta a desastres naturales; desarrollo sostenible, salud, entre otros.

Por último, UMCOR es un aliado en la fase de reconstrucción de los templos que sufrieron daños estructurales y aquellas comunidades que fueron severamente afectadas tras el paso del huracán María en suelo puertorriqueño. La contribución de UMCOR ha sido desde donativos, recursos humanos (voluntarios), materiales, suministros, alimentos (compras) hasta una concesión que sobrepasa los 25 millones de dólares.