Jenniffer González aboga por un servicio de energía asequible, confiable y resistente para Puerto Rico

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La comisionada residente, Jenniffer González Colón, abogó por un servicio de energía asequible, confiable y resistente para los consumidores en Puerto Rico durante la vista del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, titulada: La Autoridad de Energía Eléctrica luego de la implementación del contrato con LUMA para transmisión y distribución, celebrada hoy.

En la vista depusieron Fernando Gil, presidente, Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE); Edison Avilés-Deliz, presidente del Negociado de Energía de Puerto Rico (PREB); Wayne Stensby, residente y director ejecutivo de LUMA Energy Puerto Rico; Fermín Fontanés director ejecutivo de la Autoridad de Alianzas Público-Privadas de Puerto Rico (P3A); Manuel Laboy, director ejecutivo de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3); Ruth Santiago, abogada comunitaria y ambiental; y el profesor Agustín Irizarry, profesor de Ingeniería Eléctrica, Universidad de Puerto Rico en Mayagüez (UPRM).

A continuación, las expresiones de la comisionada residente, Jenniffer González Colón, quien funge como líder de la delegación republicana de asuntos insulares del Comité de Recursos Naturales, al comienzo de la vista de hoy.

“Quiero agradecerle a usted, presidente Grijalva, y al portavoz republicano Westermann, por la oportunidad de tener esta muy oportuna vista. También quiero reconocer a los deponentes que responsablemente han comparecido ante nosotros.

Esta vista es oportuna porque, desde el verano, Puerto Rico ha enfrentado inestabilidad extrema con su sistema eléctrico, con apagones amplios y prolongados, debido a un casi total colapso de la flota de generación que se encuentra en manos de la AEE, la empresa estatal de servicios públicos. Para la mañana del pasado domingo, solo el 38% de su base de carga estaba nominalmente operativa y el 42% de sus “peakers” y capacidad de respaldo estaban disponibles para despacho.

Esto significa que, funcionando al máximo y con las unidades de respaldo, el sistema todavía está más de 1,000 megavatios por debajo de la carga diaria estimada, que es casi la capacidad total de los dos generadores privados. El sistema eléctrico apenas cumple con la demanda, por lo que cualquier aumento en consumo causa su colapso. Esta capacidad de generación es posible únicamente porque se han mantenido en línea unidades que requieren reparación o que necesitan mantenimiento, lo que crea una bomba de tiempo. Es por eso que gran parte de la capacidad instalada no está disponible en estos momentos.

Esto también crea la paradoja de que, dado que aumentan los costos tanto para la AEE y el operador de distribución LUMA, los consumidores ven que sus facturas aumentan, cuando NO reciben electricidad. Cuatro años después del huracán María, un año desde la que se obligaran sobre $10 billones en diferentes fondos para construir una mejor red, y tres meses después de un contrato muy proclamado para la Transmisión y Distribución, se nos ha acabado la paciencia.

¿Cuánto tiempo va a continuar esto? LUMA y la AEE deben contestar eso; explicar lo que está sucediendo; qué se va a hacer a corto y a largo plazo; cómo se están preparando para reconstruir algo mejor.

El pueblo de Puerto Rico quiere HOY electricidad en sus hogares, que los costos dejen de aumentar y que se rindan cuentas por lo está sucediendo. No queremos saber lo maravilloso y buenos que son los nuevos planes, queremos que mejore el servicio. Si se puede demostrar objetivamente que un operador está fallando, que se tomen las medidas necesarias según la ley y el contrato para rectificarlo.

Me preocupa que esta vista, en cambio, se trate de la posición ideológica prejuiciada de culpar a la privatización. Que se enfocará en la exigencia de que se reviertan todas las privatizaciones y que se deba prohibir que los fondos de reconstrucción de FEMA se utilicen para cualquier otra cosa que no sean alternativas favorecidas por algunos.

Apoyamos que Puerto Rico adopte energías renovables comunitarias y generación distribuida por microredes para nuestra recuperación: estas son herramientas para resiliencia y autosuficiencia. El plan de energía renovable de Puerto Rico ya es uno ambicioso, y requiere una participación de energía renovable del 50% para 2030 y del 100% para el 2050. Si eso es alcanzable con los parámetros actuales, genial; si no, debemos discutir cuáles son los pasos necesarios para llegar a eso.

Sin embargo, ante todo debemos brindarle al pueblo de Puerto Rico un suministro de energía AHORA que sea asequible para el consumidor, confiable para ambas bases de carga y picos de carga, resiliente en caso de desastres naturales o contratiempo de infraestructura, y que cumpla con todas las normas ambientales y públicas y los requisitos de salud. No podemos hacer eso si excluimos los recursos de transición como el GNL o si apresuramos el cierre de plantas ya programados antes de que la nueva red esté lista.

Espero que esta vista nos brinde una mejor orientación a todos para atender estos problemas. Gracias”.