(CyberNews) – El presidente de la Junta de Control Fiscal (JCF), José Carrión, tercero, reaccionó el martes ante la situación que enfrenta el gobierno de Puerto Rico, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares a raíz de los últimos acontecimientos que llevaron al pueblo a realizar diversas manifestaciones.

“Las manifestaciones públicas de los residentes de Puerto Rico durante las últimas dos semanas reflejan una falta de confianza justificada en las instituciones gubernamentales. Hemos observado las protestas con admiración a la fortaleza del pueblo de Puerto Rico, y con tristeza por la crisis que ha hecho necesarias estas manifestaciones. El pueblo de Puerto Rico merece un gobierno funcional, responsivo y sustentable que actúe con integridad y transparencia. Pero durante demasiado tiempo el gobierno de Puerto Rico ha fallado en tratar a sus constituyentes con el respeto que merecen”, dijo Carrión, tercero, en declaraciones escrtias.

“Los problemas con el gobierno en Puerto Rico no son exclusivos de ningún político, administración o partido político. La responsabilidad de restablecer la integridad y la eficiencia del gobierno recae sobre los funcionarios electos, quienes deben implementar las reformas en la administración pública y en las contrataciones; centralizar la gestión financiera; maximizar la transparencia en el sistema de incentivos y créditos contributivos; y mejorar el cumplimiento de las leyes que promueven transparencia y responsabilidad. Más aún, sin embargo, los funcionarios electos, así como todo empleado gubernamental, deben entender y aceptar que su función es servir a la gente de Puerto Rico, no a los individuos en posiciones privilegiadas, intereses particulares o sus propias carreras políticas”, añadió.

Explicó que, con la autoridad que PROMESA le provee a la Junta, “continuaremos firmemente nuestros esfuerzos para reestructurar la deuda de Puerto Rico y para garantizar un balance fiscal que brinde prioridad a las necesidades críticas, incluyendo educación, la salud y la seguridad pública”.

“Mientras tanto, esperamos que el proceso político resuelva con premura la actual crisis de gobernabilidad para que Puerto Rico pueda confiar nuevamente en sus instituciones y para que el gobierno pueda concentrarse en servir a sus constituyentes”, concluyó.