Llega a Venezuela ayuda humanitaria de la Cruz Roja

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El primer envío de ayuda humanitaria de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna llegó el martes a Venezuela, entregando medicinas y suministros para atender a pacientes en un país cuyo presidente ha negado durante mucho tiempo la existencia de una crisis humanitaria.

Trabajadores con chalecos azules ayudaron a subir a camiones cajas con el emblema de la federación, mientras los líderes de la organización pidieron a las autoridades mantener la ayuda lejos de la disputa política de la nación.

“Será distribuida conforme los principios fundamentales de nuestro movimiento, especialmente los de neutralidad, imparcialidad e independencia”, dijo Mario Villarroel, presidente de la Cruz Roja Venezolana. “No permitan la politización de este gran logro”.

La entrega de ayuda humanitaria internacional se ha convertido en un punto clave de la lucha de poder en Venezuela, a tres meses de que el líder de la oposición Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino. Tanto la oposición como el gobierno se han acusado mutuamente de politizar la crisis, mientras que grupos defensores de los derechos humanos afirman que sigue cobrando vidas y los hospitales batallan para proporcionar incluso atención básica.

Guaidó ha convocado a la comunidad internacional y recaudado cientos de toneladas de ayuda _principalmente de Estados Unidos_ en la frontera en Colombia. Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro se negaba a permitir que entrara. En febrero, las fuerzas de seguridad del estado bloquearon los puentes fronterizos y reprimieron a los líderes de la oposición que intentaban entregar la ayuda.

“No somos mendigos”, dijo Maduro como justificación a su negativa.

Sin embargo, con cientos de miles de personas que han salido a las calles para protestar su mandato en este año, Maduro se ha visto presionado para atender la escasez de la nación de bienes básicos como alimentos y medicamentos. De forma selectiva, ha escogido aceptar ayuda de aliados como China, diciendo que es una medida necesaria para enfrentar las estrictas sanciones estadounidenses.

La entrega representa un reconocimiento tácito de Maduro de que el país sudamericano pasa por una crisis humanitaria, algo que durante mucho tiempo calificó como una medida propagandística de la oposición.

En años recientes, 3,7 millones de personas han huido del país sudamericano a naciones vecinas como Colombia, muchos en busca de atención médica por cosas tan pequeñas como infecciones, hasta tratamientos para cáncer que ya no pueden obtener. Los hospitales en Venezuela con frecuencia operan sin suministros básicos, y piden a los pacientes que lleven el equipo quirúrgico y la medicina.

Un reporte reciente de Humans Rights Watch en colaboración con la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, concluyó que el sistema de salud en Venezuela está “totalmente colapsado”. Mencionó los niveles crecientes de mortalidad materna e infantil, la propagación de enfermedades prevenibles con vacunas y los altos niveles de desnutrición infantil.

“La combinación de escasez de medicina y escasez de alimentos, junto con la propagación de enfermedades a través de las fronteras venezolanas, representa una compleja emergencia humanitaria”, afirma el reporte.

A finales de marzo, la federación de la Cruz Roja anunció que pronto dejaría de entregar ayuda a unas 650.000 personas y juró que no aceptaría interferencia de ninguna parte del polarizado país. El presidente de la federación Francesco Rocca dijo que los empleados de la Cruz Roja se enfocarían en las necesidades médicas de los hospitales, sin importar si son públicos o no.

“La distribución tiene que ser neutral”, dijo.

Sin embargo, ambas partes han hecho comentarios no tan sutiles en un intento por sacar ventaja de la llegada de la ayuda.

El ministro de Salud, Carlos Alvarado, con un sombrero rojo y hablando desde el aeropuerto a donde llegó la ayuda, enfatizó que el equipo médico se coordinó “mano a mano” con Maduro. Dijo que un total de 24 toneladas se entregaron el martes, incluidos 14 generadores que se han vuelto indispensables ya que el país sufre de constantes apagones.

“Hemos dicho en todos los ambientes que siempre y cuando sea un cargamento autorizado y acordado con el gobierno bolivariano, Venezuela no tienen ningún problema en recibir este cargamento, que además viene a suplir un poco lo que es el tema del bloqueo internacional que tenemos”, agregó.

Mientras tanto, Guaidó y sus partidarios sostuvieron que de no ser por el fuerte impulso de la oposición que exige que Maduro conceda ayuda, es posible que los alimentos y suministros médicos necesarios nunca hayan llegado.

En declaración a la prensa, el líder opositor afirmó que con la entrada de la ayuda humanitaria el gobierno reconoce “que existe una crisis humanitaria compleja”, cuando apenas semanas atrás “lo negaba”.

Guaidó también rechazó las declaraciones del ministro de Salud, afirmando que “no sorprende que quieran aprovecharse, no sorprenden que quieran manipular incluso con su propio fracaso”.

Al respecto, resaltó que la oposición se mantendrá “vigilante” para que la ayuda se entregue “a los más vulnerables, en que llegue a los más necesitados, en hacer contraloría, en denunciar y esperamos evidentemente que la Cruz Roja no se preste para un juego político de un régimen que está en sus últimos días”.

La ayuda “entró porque ellos destruyeron el sistema de salud, eso es importante. Entró porque exigimos que entrará, entró porque las fuerzas armadas denunciaron que claramente hay un descontento a lo interno, entró porque hay una presión inmensa, del 91% de la población que rechaza a Nicolás Maduro”, insistió.

Villarroel dijo que la entrega del martes se distribuirá en hospitales alrededor del país y agradeció tanto al estado, como a las instituciones privadas, por ayudar a que entrara mientras reiteraba el objetivo de la organización.

“Nuestro mandato es ayudar a salvar vidas”, dijo.

Fuente: AP