Microrred de energía solar comunitaria sostiene al comercio y la comunidad de Castañer con electricidad resiliente

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El proyecto inaugurado hace cuatro meses ha demostrado su éxito

Cuando el pasado domingo Puerto Rico se quedó sin servicio eléctrico debido a la llegada del huracán Fiona, en las remotas montañas del poblado de Castañer ubicado entre los pueblos de Adjuntas, Maricao, Jayuya y Utuado, el servicio eléctrico en parte de la zona comercial, continuó sin interrupciones y así ha seguido.

Tras el devastador huracán María ocurrido en el año 2017, la comunidad de Castañer estuvo más de seis meses sin electricidad. Fue esta difícil experiencia, la que llevó a funcionarios del Acelerador de Empresas de Energía Solar de Puerto Rico (PRSBA por sus siglas en inglés), a impulsar el desarrollo de un proyecto de microrred de energía solar comunitario. En colaboración con la Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña y la Universidad de Puerto Rico recinto de Mayagüez se puso en marcha la denominada Microrred 1, que forma parte de un plan más abarcador de la mencionada cooperativa que se conoce como Resiliencia Energética Fotovoltaica Comunitaria (ReEnFoCo). El PRSBA es un programa dirigido por el Consejo Interestatal de Energía Renovable (IREC, por sus siglas en inglés) y Pathstone Corp. y financiado por la Administración de Desarrollo Económico de los Estados Unidos.

“Esta microrred que fue inaugurada el pasado mes de mayo, es la única red de energía solar en Puerto Rico con almacenamiento de electricidad para uso de un grupo de comercios. Suple electricidad a una panadería y cafetería, estación del correo postal, heladería, salón de belleza, barbería y dos residencias. Cuenta con 121 paneles fotovoltaicos ubicados en los techos de estos cinco negocios y dos residencias. Produce 40 kilovatios de electricidad y dispone de 4 baterías de 18.5 kilovatios con capacidad para almacenar 35 kilovatios de energía por hora”, explicó Carlos Velázquez López director del IREC en Puerto Rico.  

“Una de las ventajas de contar con una microrred de energía solar con capacidad de almacenaje de electricidad es que permite que las baterías entren en función cuando el servicio eléctrico del estado falle”, añadió. Velázquez López destacó que otra ventaja de este proyecto solar comunitario es que en momentos de emergencia como el que se vive actualmente, estos cinco comercios se convierten en centros energéticos.  Detalló que desde cada uno de estos negocios la población tiene a su disposición electricidad para servicios de salud, alimentación y seguridad lo que permite a su vez disminuir la vulnerabilidad. 

Por su parte, C. P. Smith, director ejecutivo de la Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña, agregó que “como modelo real de la resiliencia energética, la Microrred 1 funcionó antes, durante y después del paso del huracán Fiona. Esta microrred está en funcionamiento ahora mismo proveyendo energía resiliente a los pequeños negocios y residencias conectadas. Esto permite que los comerciantes de Castañer continúen ofreciendo servicios esenciales a su comunidad a pesar de no tener servicio de electricidad de la red eléctrica del gobierno”. 

Smith enfatizó en la importancia de las microrredes como desarrollo económico y social de las comunidades y del país. “Sin duda esto es un ejemplo de la importancia de la resiliencia energética para las comunidades más vulnerables. Es por esto que la Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña continúa realizando esfuerzos para proveer a las comunidades de la Cordillera Central energía costo-efectiva y resiliente de fuentes renovables. Estamos listos para expandir este exitoso programa”, subrayó. 

Para Velázquez López esta microrred ha demostrado que los proyectos de energía solar comunitarios son viables, los cuales conllevan procesos de diálogo, educación y convergencia por parte de los miembros de las comunidades. A su vez, evidencia la importancia de que en la reconstrucción eléctrica de Puerto Rico se integre el diseño, el financiamiento y el apoyo técnico para este tipo de proyectos. 

En cuanto a lo aprendido con el huracán Fiona, resaltó la importancia de identificar sectores de Puerto Rico que son de difícil acceso y codesarrollar con sus comunidades microrredes para los servicios esenciales que determinen.  Recalcó que quedó plenamente demostrado que Puerto Rico está capacitado para tener múltiples microrredes de energía solar comunitarias. “Durante estos días hemos podido observar como la Panadería y Cafetería Alborada y los otros comercios que forman parte de la Microrred1 han servido como centro de resiliencia para su comunidad asumiendo en medio de la emergencia la respuesta que el gobierno no ha podido brindar”, señaló.

Tanto para Velázquez López como para Smith, el éxito de la Microrred 1 se ha debido a la participación y colaboración de los comerciantes, la comunidad y a la empresa Borintek junto a su presidente el ingeniero José Miranda González, quienes tuvieron a cargo el desarrollo e instalación del sistema de energía solar.