Trump apunta a 2020 con oferta a demócratas

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El discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Donald Trump incluyó una propuesta para los demócratas: detengan las investigaciones y forjemos acuerdos.

“Si va a haber paz y legislación, no puede haber guerra e investigación”, apuntó Trump.

La propuesta cayó en saco roto _ generando incluso algunas risas _ pero el presidente no pareció molestarse. No se trataba de una propuesta seria sino de un atisbo de los planes de Trump para defenderse en los complicados meses que se avecinan. Con la investigación del fiscal especial cerca de terminar y los empoderados demócratas controlando la Cámara de Representantes, el dirigente se prepara para un aluvión de citaciones judiciales, vistas de alto perfil y recriminaciones políticas.

El tercer discurso sobre el Estado de la Unión de Trump se produjo en el que quizás sea el momento más vulnerable de sus dos años en la Casa Blanca, asediado por las promesas incumplidas, las invasivas pesquisas y un Partido Republicano dividido.

Perseguido por las consecuencias del cierre de gobierno más largo de la historia y enfrentándose a la posibilidad de otro la próxima semana, su mensaje a los legisladores fue un intento de tomar la delantera antes de una disputada lucha por la reelección y las inminentes investigaciones.

“En Estados Unidos se está produciendo un milagro económico y lo único que puede pararlo son las guerras estúpidas, la política o las ridículas investigaciones partidistas”, señaló.

Trump, que le ganó la partida a Washington en 2016, se alista para presentar a los demócratas foco de la “política de la venganza, la resistencia y la retribución”.

Es una táctica que gustó entre los republicanos presentes en la sala, que hace tiempo que se cansaron del enfoque combativo del dirigente hacia sus rivales e investigadores. Pero la estrategia parecía estar destinada a durar solo una noche, y no pudo haber encontrado un promotor más imprevisto.

Trump apenas se reprimió ante los demócratas en los últimos días. Horas antes del discurso, atacó al líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, tras las críticas del neoyorquino. El presidente dijo que Schumer estaba “molesto porque no ganó el Senado, después de gastar una fortuna, como pensó que haría”. Antes en la semana, en un llamado a una mayor seguridad fronteriza, alegó que los “demócratas no hacen nada”.

Y en noviembre advirtió que si los demócratas actuaban sobre sus declaraciones discales e intentaban obstaculizar su presidencia con pesquisas, “entonces vamos a hacer lo mismo y el gobierno se paralizará”.

Los demócratas, que recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes en 2018 gracias en gran medida a su promesa para bloquear la agenda de Trump y lanzar amplias investigaciones en su contra, ven la pesquisa como el cumplimiento de su compromiso con los votantes.

“Esta noche, el presidente habló sobre el honor de estar en la Cámara de Representantes y de todos los progresos que se han logrado aquí”, dijo su presidenta, Nancy Pelosi. “Pero, al mismo tiempo, amenazó al Congreso de Estados Unidos a que no ejerza su responsabilidad constitucional de supervisión”.

Se reunirá con Kim el 27 y 28 de febrero en Vietnam

De otro lado, Trump, anunció que celebrará una cumbre de dos días con el líder de Corea del Norte el 27 y 28 de febrero en Vietnam para continuar sus esfuerzos para convencer a Kim Jong Un de que abandone las armas nucleares.

Trump apuntó que su acercamiento a Kim y el primer encuentro de los dos mandatarios en junio en Singapur abrieron el camino hacia la paz. Pero por el momento no hay un plan concreto sobre cómo podría implementarse la desnuclearización.

Durante más de dos décadas, desde que se supo por primera vez que Corea del Norte estaba cerca de adquirir los medios para la fabricación de este tipo de armas, Estados Unidos ha estado eludiendo el asunto de la desnuclearización de la hermética nación.

“Como parte de una nueva y audaz diplomacia, seguiremos con nuestro histórico impulso para la paz en la Península de Corea”, señaló Trump en su discurso sobre el Estado de la Unión.

El director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, dijo la semana pasada ante el Congreso que los funcionarios estadounidenses no creen que Kim haya neutralizado sus armas nucleares ni su capacidad para construir más porque cree que son vitales para la supervivencia del régimen. Videos tomados por satélite desde la cumbre de junio indicaron que Corea del Norte sigue produciendo materiales nucleares en sus fábricas de armas.

El año pasado, Pyongyang liberó a detenidos estadounidenses, suspendió las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance y desmanteló un sitio de pruebas nucleares y partes de una instalación de lanzamiento de proyectiles sin la presencia de expertos externos.

Las autoridades norcoreanas han demandado repetidamente medidas recíprocas a Washington, como el alivio de las sanciones, pero Estados Unidos ha pedido otras medidas como una relación detallada de sus instalaciones de nucleares y de misiles que podrían ser inspeccionadas y desmanteladas bajo un posible acuerdo.

En la segunda cumbre entre Trump y Kim, algunos expertos dicen que Corea podría ofrecer canjear la destrucción de su principal complejo nuclear, el de Yongbyon, por la promesa estadounidense de declarar formalmente el final de la Guerra de Corea (1950-1953), abrir una oficina de enlace en Pyongyang y permitir la reanudación de algunos proyectos económicos lucrativos con Corea del Sur.

La ciudad vietnamita en la que se reunirán los dos líderes sigue siendo una incógnita. El país, sin embargo, busca proyectarse en el panorama mundial. Vietnam es una nación comunista con un sistema de partido único que presume de un estrecho control político y un firme aparato de seguridad similar al de Singapur.