El secretario de Educación, Eligio Hernández Perez, presentó este lunes los hallazgos de la más reciente encuesta bianual Youth Risk Behavior Survey (YRBS), administrada en Estados Unidos y Puerto Rico, que realiza el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

En el caso de Puerto Rico, esta encuesta se realizó entre estudiantes de noveno a duodécimo grado de 40 escuelas públicas seleccionadas aleatoriamente por el CDC, según su metodología. El ente federal se encarga de subvencionar el estudio y de todos los detalles del proceso, la recopilación y el análisis de los resultados. Participaron, entre marzo y mayo 2018, unos 1,498 estudiantes voluntarios. El análisis de los datos estuvo a cargo del doctor William Burgos Acosta, consultor educativo del CDC.

“En este estudio los jóvenes son honestos y nos dicen lo que hacen. Por eso es información valiosa. Hay muchos estudiantes que, como parte del Programa de Salud Escolar del Departamento, pertenecen a diversos proyectos de prevención sobre maltrato de animales, violencia intrafamiliar, personas de la tercera edad y otros, que nos ayudan a poner en práctica hábitos y conductas saludables. Con estos resultados, revisaremos los programas ya establecidos para reforzarlos y evaluaremos la creación de otros que nos ayuden a atender algunos temas que reveló la encuesta”, dijo Hernández Pérez.

Entre los comportamientos que registraron una disminución en relación con la encuesta previa (2017) se encuentran los siguientes: portar armas, participar de peleas, considerar suicidio, herir a alguien con un arma, forzar a alguien a tener relaciones sexuales, ser víctima de acoso sexual o cibernético; usar marihuana, cocaína o esteroides. Mientras, entre los comportamientos que aumentaron, se destacan estar activo sexualmente (0.8%), usar condón en la última relación sexual (2.6%), fumar cigarrillos (0.5%), usar productos electrónicos de vapor (13%) e intento de suicidio en el último año (0.3%) que, de la totalidad de la encuesta, representa 4 estudiantes.

Otros renglones incluidos en el estudio son la seguridad personal, comportamientos violentos, acoso escolar (bullying), comportamiento suicida, uso de cigarrillos (tabaco) y vapores electrónicos, uso de drogas y alcohol, comportamiento sexual, comportamiento alimentario y actividad física (o falta de). Con esta información, los cerca de 500 maestros de salud que tiene el Departamento de Educación podrán implementar programas de prevención, promoción y protección de la salud, tanto en el entorno escolar, como personal.

Hernández Perez recordó que, aunque los educadores en salud en su mayoría son de nivel secundario, la responsabilidad de atender la prevención de conductas de riesgo corresponde a todos los maestros de todos los niveles y al personal de apoyo de las escuelas. “Estos datos para nosotros son muy importantes. Más allá de la parte académica y de la responsabilidad que tienen los educadores en salud, mi llamado es a que sean analizados por todos los componentes del entorno escolar y que todos gestionemos proyectos de prevención de las conductas de riesgo”, puntualizó el titular de Educación, quien es maestro de Salud de profesión.

Además de conocer los hallazgos e implementar planes de trabajo, los maestros de salud, quienes recibirán el informe de forma virtual, deberán discutirlo con la comunidad escolar.

En los últimos años, Educación estableció distintas iniciativas de prevención e intervención como los centros de mediación de conflictos, capacitación en prevención de violencia escolar y salud mental, el aspecto socioemocional, con Sanford Harmony, así como la contratación de psicólogos y enfermeras a través de fondos federales Restart.