ROMA (AP) — El papa Francisco acudió el viernes a la embajada rusa para “expresar su preocupación por la guerra”, un gesto papal extraordinario y directo que se produjo el mismo día en que el Vaticano anunció que el pontífice estaba cancelando otros eventos próximos —como presidirá las celebraciones del Miércoles de Ceniza la próxima semana— debido a un dolor “agudo” en una rodilla.
Por lo general, los papas reciben embajadores y jefes de Estado en el Vaticano, y el protocolo diplomático habría requerido que el ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano convocara al embajador ante él. Para Francisco, el jefe de estado del Vaticano, dejar la ciudad estado y viajar una corta distancia a la embajada rusa ante la Santa Sede fue una señal de su urgencia ante la invasión de Ucrania por parte de Moscú y su voluntad de apelar personalmente para ponerle fin.
Los funcionarios del Vaticano dijeron que no sabían de ninguna iniciativa papal similar anterior.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó la visita. “La oficina de prensa de la Santa Sede confirma que el papa fue a la embajada de Rusia ante la Santa Sede en Via della Conciliazione, para expresar claramente su preocupación por la guerra. Estuvo allí poco más de media hora”.
Francisco ha llamado al diálogo para poner fin al conflicto y ha instado a los fieles a fijar el próximo miércoles como día de ayuno y oración por la paz en Ucrania. Sin embargo, el papa se ha abstenido de denunciar públicamente a Rusia, presumiblemente por temor a enemistarse con la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La noticia de la iniciativa de Francisco se produjo justo después de que el Vaticano anunciara que había cancelado una visita programada para el domingo a Florencia y que no presidirá las conmemoraciones del Miércoles de Ceniza debido al dolor “agudo” en la rodilla. El papa de 85 años cancelaría su participación en los eventos después de que sus médicos le recomendaron guardar reposo, agregó el Vaticano.
El papa padece desde hace tiempo un dolor en el nervio ciático que le hace caminar con una pronunciada cojera. Desde hace semanas, el papa sufre lo que dijo era una inflamación del ligamento de su rodilla derecha.
El pontífice a citado el dolor al explicar recientemente su movilidad limitada y su decisión de permanecer sentado durante eventos en los que de otro modo lo verían de pie.