LONDRES (AP) — La Agencia Europea de Medicamentos está estudiando si una vacuna para la viruela elaborada por la compañía Bavarian Nordic puede ser autorizada para la viruela símica, en medio de un brote de la enfermedad en el continente.

En una nota de prensa el martes, la AEM destacó que la vacuna —conocida como Imvanex en Europa y Jynneos en Estados Unidos— ya ha sido aprobada por los reguladores estadounidenses para uso contra la viruela símica.

En Europa, la vacuna ha sido autorizada en adultos para la prevención de la viruela, que está relacionada con la viruela símica.

“La decisión de iniciar esta revisión se basa en resultados de pruebas de laboratorio según las cuales la vacuna provoca la producción de anticuerpos que combaten el virus de la viruela símica”, dijo la AEM. Añadió que hay muy pocas existencias de la vacuna en Europa.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) hay actualmente en todo el mundo más de 4.300 casos de viruela símica, la mayoría en Europa.

La gran mayoría de los casos se han dado en hombres homosexuales o bisexuales u otros que han tenido relaciones sexuales con otros hombres.

Varios países incluyendo Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos ya han comenzado a vacunar contra la viruela a los más susceptibles a contraer viruela símica. Si bien la enfermedad es endémica en algunas zonas de África desde hace décadas, no se han usado vacunas allí.

La mayoría de los que tienen viruela símica sufren solo fiebre, dolores corporales, escalofríos y fatiga. Casos más severos pueden incluir salpullido o lesiones en manos y rostro que pueden extenderse a otras partes del cuerpo.

La mayoría de las personas con viruela símica se recuperan en pocas semanas sin necesidad de atención médica pero la enfermedad puede afectar más a poblaciones vulnerables como mujeres embarazadas y niños.

La Organización Mundial de la Salud declinó la semana pasada declarar una emergencia mundial por la viruela símica, pero avisó que está trabajando en un mecanismo para compartir vacunas, pese a denuncias de que los países ricos acapararán las existencias.