El presidente Donald Trump anunció que cuando deje la Casa Blanca su residencia permanente será Palm Beach, Florida, en lugar de volver a la Torre Trump en Nueva York.

El mandatario tuiteó que aprecia Nueva York, pero que “a pesar del hecho de que cada año pago millones de dólares en impuestos municipales, estatales y locales, los líderes políticos de la ciudad y del estado me han tratado muy mal”.

“Aprecio a Nueva York y a su gente, y siempre lo haré, pero desafortunadamente, pese al hecho de que pago millones de dólares en impuestos municipales, estatales y locales cada año, los líderes políticos de la ciudad y del estado me han tratado muy mal”, afirmó el presidente.

“A pocos han tratados peor. Odio tener que tomar esta decisión, pero al final será lo mejor para todos los interesados”, dijo.

Trump nunca ha hecho públicas sus declaraciones de renta, rompiendo con una tradición de décadas en la política estadounidense, por lo que es una incógnita cuántos impuestos paga y dónde.

De hecho, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, negó que Trump contribuya al estado: “No es que Trump pagara impuestos aquí de todas formas. Todo suyo, Florida”.

Horas antes, The New York Times reportó que Trump había presentado una “declaración de domicilio” en la que modificó su “casa predominante y principal” para que sea su complejo vacacional de Mar-a-Lago en Florida.

Trump, nacido en Nueva York, dijo que esta ciudad “siempre tendrá un sitio especial en mi corazón”.

Florida no tiene impuesto estatal ni de sucesiones, por lo que se ha convertido en un destino muy popular para millonarios de Nueva York y del noreste del país para fijar sus residencias, especialmente desde los cambios impositivos que acarreó la reforma fiscal de Trump.

Con el cambio de residencia, Trump no tendrá que pagar el 9 % de impuesto estatal de Nueva York ni el 4 % de la ciudad, y sus sucesores evitarán el 16 % que el estado impone a las herencias superiores a los 10 millones de dólares.

Fuente: varias agencias