La oficina del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, indicó que el mandatario presidió una reunión con oficiales militares durante la cual los altos mandos del país abogaron por reforzar las posiciones ucranianas en Bájmut.
Los intensos ataques con artillería rusos se dirigieron a la ciudad de la región de Donetsk y las aldeas cercanas una vez que Moscú desplegó más recursos allá en un aparente intento de acabar con la resistencia en Bájmut, según autoridades locales.
“Los civiles están huyendo de la región para escapar de los ataques rusos que continúan las 24 horas del día mientras son desplegadas ahí más tropas y armas rusas”, informó el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.
Las fuerzas rusas que invadieron Ucrania hace poco más de un año han atacado Bájmut durante meses, obligando a las tropas de Kiev a ponerse a la defensiva pero sin asestar un golpe definitivo.
En términos más generales, Rusia sigue teniendo dificultades para generar impulso en el campo de batalla. La invasión a gran escala que Moscú inició el 24 de febrero de 2022 pronto se estancó y luego tuvo que retroceder ante la contraofensiva de Ucrania. Durante los meses de invierno extremadamente fríos, los combates se han estancado en su mayoría.
Bájmut no tiene ningún valor estratégico importante, y los analistas afirman que es poco probable que su posible caída genere un punto de inflexión en el conflicto.
Su importancia se ha vuelto psicológica, para el presidente ruso Vladimir Putin, el prevalecer ahí finalmente ofrecerá buenas noticias desde el campo de batalla, mientras que para Kiev, la muestra de coraje y resistencia refuerza el mensaje de que Ucrania se aferra luego de un año de ataques brutales para cimentar el apoyo entre sus aliados occidentales.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, respaldó esa postura el lunes al decir durante una visita a Jordania que Bájmut tiene “más valor simbólico que… valor estratégico y operativo”.
